Un lector envía la fotografía superior puntualizando que no se trata de las consecuencias de un tsunami, sino de «la realidad de un rincón situado en las escaleras de s’Aigo Dolça que bajan de El Terreno al Paseo Marítimo». Según este testimonio, «el Ayuntamiento se ha limitado en todo este tiempo a colocar unas vallas de plástico que son fácilmente movibles».