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Nueva amenaza de desalojo del Casal de Barri de Son Sardina

Los vecinos se movilizan contra el desahucio impulsado por Bankia tras un intento fallido

Nueva amenaza de desalojo del Casal de Barri de Son Sardina

Los vecinos de Son Sardina vuelven a movilizarse debido a la nueva amenaza de desahucio del Casal de Barri y la biblioteca, que este curso también son utilizados como aulas de la escuela pública a causa de la covid. Tras recibir hace diez días una notificación judicial de desalojo del centro, que es propiedad de Bankia, se reunirán mañana a las 19 horas para realizar carteles y colgarlos con el objetivo de denunciar la «especulación» de la entidad en detrimento de ambos servicios municipales. El año pasado se enteraron de que un fondo buitre perteneciente al banco pretendía vender el inmueble situado en la calle Ave María 2A y recibieron una primera orden de desahucio, aunque al final la intermediación de Cort logró pararlo.

La asociación de vecinos de Son Sardina confiaba en que el área de Participación Ciudadana solucionaría definitivamente el problema. «Íbamos preguntando durante el año y nos decían que estaban en negociaciones, pero llegó un segundo aviso el pasado agosto, que la dinamizadora del Casal no firmó, y el tercero acaba de producirse», como indicó ayer la secretaria de la entidad vecinal, Tina Fernández. El local había sido cedido al Ayuntamiento por la antigua sa Nostra en virtud de un convenio que finalizó en 2014, por lo que desde entonces no hay ninguna garantía de continuidad, lamentó Fernández.

La semana pasada, miembros de la junta directiva se reunieron con el concejal del área, Alberto Jarabo, que les informó de que se había puesto en contacto con el juzgado y Bankia para detener el nuevo desalojo. Sin embargo, los vecinos ya no se fían debido a las últimas notificaciones.

Joves de Son Sardina exigen que los centros culturales sean públicos

El colectivo Joves de Son Sardina exige que los locales de los centros socioculturales sean de propiedad pública, ya que «son servicios públicos» y para evitar que estén «bajo los designios especuladores de bancos como Bankia», según manifestaron en su cuenta de Facebook. Por ello, piden al ayuntamiento de Palma «que blinde los espacios vecinales de encuentro», como el Casal de Barri y la biblioteca. 


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