Las obras de las dos últimas fases de la rehabilitación del Baluard del Príncep se han retomado tras su paralización poco después de iniciadas por la declaración del estado de alarma como consecuencia de la propagación de la Covid-19.
Y no sin polémica debido a la supresión de ocho árboles de la plaza Porta del Camp, que ocupan el espacio de la rampa que unirá el foso del Baluard con este espacio público. Se trata de ocho ejemplares que, según fuentes de Parques y Jardines de Cort, por sus características, no han podido ser trasplantados al vivero municipal.
Tal y como ya se ha informado, esta rampa no va a afectar a la cruz de término existente enmedio de la plaza ni a la configuración actual de este espacio público más allá de la superficie necesaria para la ejecución de la nueva conexión. La pérdida de los ocho árboles será compensado con la siembra de nuevos ejemplares en la acera izquierda de la plaza.
El pasado día 5 de marzo, representantes del ministerio de Fomento, que aporta los 4,1 millones necesarios para la ejecución de estas dos últimas fases (D y F), el Ayuntamiento de Palma y la empresa adjudicataria, Bauen Empresa Constructora, firmaron el acta de replanteo.
Poco después los trabajos se paralizaron por la Covid y ahora se han retomado, por lo que, si no hay más contratiempos, el plazo de ejecución de dos años y cuatro meses apenas sufrirá variaciones. Por ello, es probable que en otoño de 2022 se puedan dar por finalizados los trabajos de rehabilitación iniciados en 2009 siguiendo las directrices del proyecto redactado por el despacho de arquitectos integrado por José Martínez Lapeña y Elías Torres.
Restauración del puente
La denominada fase D incluye la urbanización y restauración del foso del puente de la Porta del Camp, así como la conexión con la plaza del mismo nombre mediante la ejecución de una rampa y una escalera que pasará por debajo de dos de los siete ojos del antiguo puente que daba acceso a la ciudad. Se interviene en una superficie de 11.728 metros cuadrados y los materiales que se van a utilizar para la reurbanización de este espacio son piedras de mares de 20x40x80 centímetros, siguiendo el mismo estilo que las utilizadas en las anteriores intervenciones.
En la fase denominada F se ejecutará el edificio de recepción y centro de interpretación del centro histórico, que ocupará una superficie de 932 metros cuadrados.
Las obras de rehabilitación se iniciaron en 2009 con la ejecución de la primera fase (A), que consiste en la restauración del lienzo de la muralla que da a la avenida Gabriel Alomar i Villalonga. También se excavó en la calle Bala Roja y se descubrieron los dos últimos ojos del puente, ocultos por la cimentación de las antiguas viviendas militares que se levantaban sobre el Baluard.
Posteriormente se ejecutaron las fases B y C, con un gasto de 3,4 millones. Se procedió a la urbanización de los 5.335 metros cuadrados de superficie situados sobre el Baluard, se construyeron rampas y muros de contención y se restauró la cara interior de las murallas, además de los 1.970 metros cuadrados del lienzo de muralla que da al paseo Marítimo.
También se ha ejecutado ya la denominada fase E, inaugurada en 2017, que supuso una inversión de 1,5 millones de euros. Se intervino en la urbanización de parte del Baluard y de las calles Porta del Mar, Bastió del Príncep i Bala Roja. Cuando haya finalizado la totalidad de la intervención prevista, solo en las obras de rehabilitación se habrán invertido por parte del ministerio de Fomento a cuenta del 1% cultural más de 10 millones.
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