Llevaban esperando un año tras la interrupción del festejo de la Virgen del Carmen, patrona de marineros y del barrio de Santa Catalina. Se escuchó entre algunos catalineros que "por nada del este mundo se perdían la procesión", que salió desde la iglesia del Carmen para enfilar por Villalonga, Joan Crespí, Caro y regreso al templo.

La portaron con aire solemne Javier, Romer, Carlos y Vincens, soldados de tierra y de la marina, mientras dos fieles lanzaban pétalos de rosa a la talla de la Virgen del Carmen. El redoble de los tambores de la Assumpció fue la llamada para que ya a la caída de la tarde, asomaron a balcones y ventanas de una zona que está sufriendo el impacto negativo de haberse convertido en el barrio más codiciado por los inversores, en su mayor parte, extranjeros.

Misa payesa

No perdió detalle del desfile Juana María Hernández, presidenta de las Festes del Carme, que desde el pasado sábado, festejan a la patrona.

"¡Mira, mira, aquella es la antigua alcaldesa!", le decía una vecina a la otra señalando a Catalina Cirer, una habitual de romerías religiosas.

Antes de la procesión se celebró la Eucaristía en el templo de la Virgen de Carmen, oficiada por el padre Pablo Guerrero Pacheco, superior de los padres teatinos, que han sido quienes han sustituido a los carmelitas que hasta dos años atrás, estaban en la parroquia.

Se eligió una misa payesa con cantos de la tierra, a cargo de la coral de Bona Gent, que alcanzó su punto álgido con la entrada de los cossiers de la Assunció. Fue el momento fotogénico en una iglesia abarrotada de católicos que escucharon la homilía dedicada al monte Carmelo, "el lugar que dio origen a la Humanidad, como demuestran la aparición de los fósiles más antiguos", indicó el padre Guerrero Pacheco.

Recordó cómo en ese monte se manifestó Santa María, que es patrona y estrella de los marineros: La Virgen del Carmen.