Compleja la problemática de la vivienda en Baleares. Confiemos en que las contribuciones de los expertos en la materia, como las expuestas en este periódico el pasado 25 de febrero, ayuden a resolverla, si bien apuntan a alternativas diferentes, aparentemente.

El primero, José Manuel Toral, arquitecto y especializado en vivienda pública colectiva, atribuye a la administración la competencia de «marcar el camino y construir viviendas que den respuesta a la emergencia de la vivienda pero también a la emergencia climática (…)»; prosigue con la propuesta de compartir espacios como el salón y la cocina, y menciona como posibles destinatarios a estudiantes y a personas mayores. Y aquí unos primeros apuntes: añadiría el colectivo de trabajadores temporales a los mencionados, y destacaría que no todos los edificios son susceptibles de compartirse: en décadas pasadas, las viviendas sobrepasaban los 100 metros cuadrados, cosa que no ocurre actualmente con tanta frecuencia.

El segundo, Mateu Picornell Cladera, profesor de la UIB en Geografía y Turismo y arquitecto técnico de una cadena hotelera que ha dedicado 20 años a coordinar la reforma de hoteles. Después de un exhaustivo y argumentado análisis, califica de «peregrina» la idea de los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de proporcionar espacios de co-living a los trabajadores que vengan a las islas a trabajar durante la temporada. Posteriormente, reduce el foco de su propuesta a la puesta a disposición de habitaciones por parte de los hoteleros, y cuestiona que deba ser el Govern quien debe dar soluciones a las empresas privadas ante la falta de vivienda. Otro apunte: ¿son solo los trabajadores de temporada de los hoteles los que necesitan vivienda, o también la precisan aquellos que se dedicarán a trabajar en otras empresas, empresas que no disponen de habitaciones por el objeto de su actividad? Por ejemplo, empresas dedicadas al alquiler de vehículos y a servicios de asistencia en tierra a aeronaves (handling de aeropuertos).

Un mismo día, 2 especialistas en la materia divergen en cuestiones esenciales, tales como la posibilidad de compartir vivienda y la competencia del Govern a la hora de ofrecer soluciones a este problema. Sin duda, una cuestión compleja la de la vivienda y que, por cierto, no solo repercute en los trabajadores de temporada.