Durante estos últimos meses, he oído a algunos políticos que es mucho mejor la convivencia del país que la dialéctica del enfrentamiento. Uno de los problemas que siguen latiendo en España es el negacionismo de hechos pasados y que la derecha de esta país sigue sin admitir y sobre todo aceptar.

A más de uno le escuece, por no decir otra cosa, que tengamos que oír diatribas contra el Presidente del Gobierno sobre la Memoria Histórica y todo lo que impulsa a la reconciliación entre todos los que vivimos en el país. Ya que el conservadurismo no tolera lo más mínimo la restitución de los cuerpos que aún siguen en las cunetas, sin que sus familiares puedan enterrar a sus allegados. Hasta cuándo hemos de soportar la confrontación de una derecha que se atribuye la única verdad, de una guerra fratricida.

Parece que para convivir en esta sociedad solo se puede ser de una mentalidad dogmática, intolerante, intransigente e inflexible. Carentes de una ética hacia la mayoría de españoles que lo único que deseamos es vivir en paz y tranquilidad para el progreso del país.

Siendo que la derecha presume de su cristianismo católico, parece que no recuerdan del Evangelio: «Amarás a Dios sobre todas las cosas y amarás a tu prójimo como a ti mismo». Mateo 22.37-39. La amnesia para lo que conviene.