Sus primeras víctimas fueron las novelas de Roald Dahl, Ian Fleming y Agatha Christie . Y ahora la nueva censura se ha fijado en La vida de Brian, la comedia de los Monty Python, 44 años después de su estreno. Y en concreto en la desternillante y también profética, a la luz del nuevo pensamiento woke, escena de Loretta.
En ella, Stan, el personaje que interpreta Eric Idle, en una acalorada discusión con los representantes del no menos cómico Frente Popular de Judea, expresa: «Quiero ser mujer. Es mi derecho como hombre». Pide a sus compañeros que la llamen Loretta y acto seguido manifiesta su deseo de tener hijos pariéndolos. «¿Y dónde vas a gestar el feto si no tienes matriz, lo vas a meter en un baúl?», replica Reg, el personaje que precisamente interpreta John Cleese.
Hace ahora un año, Cleese avanzó en Mallorca, en una entrevista con Matías Vallés realizada mientras preparaba el guión de la adaptación teatral , los temores que tenía con esa escena. Y esos mismos temores se han convertido ahora en realidad, cuando en una lectura de guion, los actores le expresaron lo inconveniente del pasaje por lo ofensivo que resultaba para el colectivo LGTBI.
Lo que no consiguieron hace cuatro décadas los colectivos más conservadores de la iglesia, lo ha logrado ahora la nueva censura. Como en Mallorca, logró en abril del año pasado la cancelación de un acto en la UIB en el que se iba a presentar el libro Nadie nace en un cuerpo equivocado, de Marino Pérez y José Errasti, acusados de tránsfobos por proponer un debate académico sobre la identidad de género. La misma polémica que supuso la salida del Gobierno de Carmen Calvo o la expulsión de Amelia Valcárcel del Consejo de Estado. El nuevo puritanismo se ha instalado en la izquierda política, obsesionada con legislar sobre la vida privada de las personas una vez olvidadas las grandes revoluciones, mientras la derecha levanta la bandera de la libertad. A eso hemos llegado.
