Diario de Mallorca

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Pilar Ruiz Costa

Una ibicenca fuera de Ibiza

Pilar Ruiz Costa

La alcaldesa de Quahog

«La única diferencia entre realidad

y ficción es que la ficción debe ser coherente».

(Truman Capote)

En el capítulo A ganar (2002) de la serie El ala oeste de la Casa Banca -escrito por Aaron Sorkin y Paul Redford, los guionistas merecen más que nunca que se reconozca su trabajo- el equipo del presidente demócrata Josiah Bartlet se afana buscando las palabras perfectas para el debate televisivo que le permita ganar la reelección frente a su contrincante, el gobernador republicano Robert Ritchie. Josh Lyman corre por los pasillos: «¡Frases cortas! Defensa: Haré que las defensas de América sean las más fuertes de la Historia mundial». «Diciendo Historia Mundial nos comparamos a los visigodos intentando ajustar la inflación -le corta Leo McGarry-. Sigue dándole vueltas».

Alguien pregunta a McGarry: «¿Qué es eso de las frases cortas?», «Cosas del debate, tratamos de hacer las cosas más simples».

Gracias a las buenas artes de los guionistas seguimos el debate a ratos desde la piel de los protagonistas; otros, simplemente desde el sonido de fondo de un televisor. Porque aunque nos jugamos mucho -el futuro, los avances, las políticas sociales-, vemos a esos políticos que exponen sus programas no tan distintos de los ruidosos discutidores de una mesa camilla.

«Mi punto de vista es simple: no necesitamos un Departamento de Educación Federal que nos diga que nuestros hijos tienen que aprender esperanto o poesía esquimal. Que los estados decidan. Que las comunidades decidan sobre la salud, sobre la educación, sobre impuestos más bajos. ¡No más impuestos!», Finiquita Ritchie.

«Gobernador -pregunta el moderador-, muchos economistas afirman que un recorte de impuestos, que es el puntal de su propuesta económica, perjudicaría a la economía, ¿es buen momento para recortar impuestos?». «Por supuesto -responde visiblemente satisfecho-. Necesitamos un recorte de impuestos por un motivo: el pueblo americano sabe cómo gastar su dinero mejor que el gobierno federal».

«Ahí está -replica el presidente demócrata-. Esa es la respuesta con una frase corta que mi gente lleva una semana buscando. Ahí está. Las respuestas con frases cortas en campaña política son la punta de una espada. Pregunto: ¿Cuál es la siguiente frase corta de sus respuestas? ‘¿Sus impuestos son muy altos?’ ¡Y los míos! Deme la siguiente frase corta: ¿Cómo vamos a hacerlo? Deme diez frases de ese tipo y me retiraré inmediatamente. Muy de vez en cuando, muy de vez en cuando hay un día con un bien absoluto y un mal absoluto. Pero casi siempre esos días acaban con bajas. Dejando esos días aparte… no hay decisiones sencillas cuando diriges un país que es demasiado grande para frases cortas».

Aún con más mofa nos muestran esta ficción clon de realidad en el episodio Se necesita un idiota del pueblo y me casé con uno (2007) de la mordaz serie animada Padre de familia -escrito por Alexandrea Borstein, quien por cierto interpreta a la espectacular Susie Myerson en la serie La maravillosa Señora Maisel-. La ama de casa Lois Griffin se presenta a alcaldesa de Quahog después de que la familia perdiera el pelo por bañarse en el lago con vertidos tóxicos. El corrupto actual alcalde le confirma que los desechos provienen de la refinería de petróleo, pero él hace la vista gorda a cambio de aceite gratis para el pelo.

En el debate entre ambos, el público se muestra claramente aburrido cuando ella trata de exponer su programa de doce puntos para la seguridad ciudadana. Tras eso, un ciudadano le pregunta al alcalde: «Si es reelegido, ¿aumentará la frecuencia para la recogida de basuras?». «Querido ciudadano, esa es una excelente pregunta y se la agradezco. Me parece genial vivir en una ciudad donde se pueden hacer preguntas porque sin preguntas solo tendríamos respuestas y una respuesta sin pregunta es una declaración». Que el público responde entre vítores y aplausos.

«¡Pero yo no entiendo a esta gente! No ha dicho nada y se lo han tragado». Se lamenta frustrada la buena de Lois a Brian, su perro antropomorfo, que le responde: «Lois, los votantes indecisos son los más tontos del planeta. Dales respuestas cortas y sencillas».

A la siguiente pregunta: «Señora Griffin, ¿cuáles son sus planes contra la inseguridad ciudadana?», responde: «Muchísimos -asistiendo atónita al aplauso del público-. Porque… es el deseo de Jesucristo», añade ante unos asistentes cada vez más entusiasmados. «Mmm… ¡El 11 de septiembre estuvo mal!». «¡Dios no puedo creer lo fácil que es!», dice para sí.

«Señora Griffin, ¿qué planes tiene para limpiar el medio ambiente?», «¡11 de septiembre!»; «¿Cómo arreglará los problemas de tráfico?», «11… ¡de septiembre!».

Y así es como Lois Griffin logró ser elegida alcaldesa de Quahog. Un método tan absurdo que nunca deberíamos creer que traspase una serie de dibujos animados pero que nos resulta tan cotidiano como estremecedoramente eficaz, solo cambiando el comodín del 11 de septiembre por ETA o por macetas. Por ejemplo.

@otropostdata

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