Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Elena Neira

Tom Cruise, mesías de Hollywood

La nominación de ‘Top Gun: Maverick’ a mejor película en los Oscar es un reconocimiento a la resiliencia de una estrella con fe ciega en la capacidad de una buena historia para movilizar a los espectadores

El pasado 13 de febrero, la Academia de Hollywood celebró su comida de nominados, un encuentro con todo el famoseo que estará presente en la 95ª edición de los Oscar. En dicho evento las estrellas tuvieron la oportunidad de charlar, divertirse y, de paso, hacer un poco de promoción. Entre risas, apretones de manos y brindis, las cámaras captaron el momento en que Steven Spielberg se aproximaba a Tom Cruise para darle las gracias por Top Gun: Maverick. «Le has salvado el culo a Hollywood, y puede que hayas salvado también la distribución en salas. En serio, puede que Maverick haya salvado a toda la industria del estreno en cines», le dijo a un Cruise sonriente y efusivo.

El intercambio no tardó en hacerse viral, no solo por la vehemencia del archigalardonado Spielberg sino también por la humildad con la que Cruise recibió sus comentarios. Después de todo, fue su empeño en garantizar un estreno convencional en cines lo que aplazó el estreno de la esperadísima Top Gun: Maverick durante dos largos años. El actor y productor ejecutivo se opuso a que la película fuese objeto de cualquier experimento pandémico que implicase una distribución digital sacrificando su presencia en salas, y hasta se molestó en grabar un vídeo de agradecimiento que pudieron ver todos los espectadores de la película en cines. La estrategia mereció la pena. La cinta se ha quedado a las puertas de los 1.500 millones de recaudación mundial. Su nominación a los Oscar en la categoría de mejor película es todo un reconocimiento a la resiliencia de Cruise, una estrella con fe ciega en la capacidad de una buena historia para movilizar a los espectadores. Su logro más grande ha sido precisamente ese: acallar las voces que aseguraban que en la recaudación pospandemia las únicas líneas de flotación serían Marvel y las audiencias jóvenes. Top Gun: Maverick ha dejado claro que hay sitio para otras cosas y otros públicos en la cartelera.

En el halago de Spielberg parece haber algo de alivio. El padre del taquillazo moderno expresaba a finales del año pasado su preocupación con respecto al futuro del sector en una entrevista para The New York Times. Lo hacía en el contexto de la promoción de su última película, The Fabelmans, una cinta en parte autobiográfica en la que muestra su amor incondicional por el cine en pantalla grande. Aunque esperanzado, decía ser muy consciente de la delicada situación en la que se encuentran las salas de cine, principalmente por la presión de las plataformas de streaming y la poca disposición de los espectadores a abandonar la comodidad del sofá. A Spielberg le han llovido los reconocimientos con The Fabelmans. De hecho, es una de las grandes favoritas en la gala de los Oscar que se celebrará el próximo 12 de marzo. Pero una cosa es que la industria reconozca tu talento y la calidad de tu trabajo, y otra muy distinta contar con el favor del público y que eso se traduzca en rendimiento económico. Y ahí la contribución decisiva ha sido la de Cruise. The Fabelmans ha recaudado cerca de 31 millones de dólares en todo el mundo, muy por detrás de la secuela de Top Gun. Y aunque se lleve el Oscar a mejor película, algo altamente probable, se va a quedar a años luz de los registros de aquella. Puede que lo suyo sea una nostalgia glaseada de entretenimiento facilón y hasta cuestionable en lo artístico, pero su lección es poderosa: sin impacto económico las salas no pueden garantizar una próspera y larga vida comercial en otros circuitos de distribución.

Las propuestas narrativas de The Fabelmans y Top Gun: Maverick no podrían ser más distintas, pero ambas apuestan por la inmersión y la experiencia como principal incentivo para que el espectador olvide que está pagando por una película más de lo que le cuesta al mes una plataforma de streaming. Ese es el activo al que todos, incluido Hollywood, parecen aferrarse, ya que sin el oxígeno financiero de las salas ningún proyecto multimillonario puede ser mínimamente rentable.

Tanto Spielberg como Cruise tienen fe en el cine en pantalla grande. Pero parece que solo Cruise puede considerarse su mesías.

Compartir el artículo

stats