¡Agua para la Agricultura! Si yo viviera en Andalucía, Murcia o en algunas zonas de Castilla la Mancha, igual matizaría mucho esta frase. Igual incluso no me atrevería a publicarla, aunque lo pensara. Pero vivo y desempeño mi función en las Islas Baleares y aquí la expresión tiene todo el sentido. Podemos añadir frases que complementen la anterior. Por ejemplo; «Para producir alimentos es necesario el agua». «Si queremos incrementar la producción agraria y aumentar la disponibilidad de producto local es importante el regadío». «La agricultura de regadío genera el doble de renta que la de secano». «El Agua es un bien público que debe ser gestionado con criterios de sostenibilidad». «Vivimos en un contexto de crisis climática y la actuación sobre el regadío presente y futuro debe situarse en este marco». «El agua regenerada es una fuente no convencional que hay que aprovechar al máximo de su disponibilidad». Así podría seguir añadiendo frases, pero la primera, sigue siendo válida para las Islas Baleares.

Esta semana se ha elevado a información pública el «Plan General de Aprovechamiento y Optimización de Aguas Regeneradas para el Regadío». Ha sido elaborado por la Consellería de Agricultura. Es una medida incluida en el Plan Hidrológico de las Islas Baleares que se encomienda a la administración agraria. Es un plan encargado por el Consell de Govern en octubre de 2021 y que pretende elevar la mirada. Nos permite afrontar el objetivo de acceso al agua para la agricultura en un medio plazo y con perspectiva de futuro.

La Ley de Aguas y el Plan Hidrológico de las Islas Baleares establecen un orden de prioridades en el uso del agua, y el sector agrario figura como segunda opción después del agua para consumo humano. Pero el crecimiento demográfico, el desarrollo urbano y el desarrollo turístico, nos sitúa en la práctica en una posición de competencia por el uso del preciado líquido. La superficie de regadío en Baleares pierde terreno y el volumen de agua que utiliza el sector agrario disminuye frente al resto de los usos. Actualmente y según los datos del Plan Hidrológico mencionado, la demanda de agua para regadío es alrededor de 35,97 hm³, de los cuales 15,33 hm³ se corresponden con el aprovechamiento de las aguas regeneradas, 3,17 hm³ procedentes de fuentes superficiales y 17,47 hm³ procedentes de extracciones de aguas subterráneas. Esto implica que en la actualidad, el sector agrario consume en torno al 25% de los recursos hídricos disponibles cuando hace dos décadas representaba cerca del 47%. Voy a plantear un órdago ¿Alguien se atrevería a plantear como objetivo político en las Islas Baleares, la necesidad de establecer una reserva estratégica mínima de agua para la agricultura en este 25%? La realidad es que si la disponibilidad de agua para el sector agrario sigue bajando, veo difícil la producción de alimentos en determinados sectores clave y la viabilidad de la agricultura.

Para empezar, y atendiendo a los retos del sector, y a las oportunidades que ofrece el aprovechamiento del agua regenerada, hemos elaborado un plan que se centra en las aguas regeneradas. Es el objetivo social, económico y ambiental más claro y evidente si hablamos de agua y agricultura. Establece un horizonte razonable hasta el 2027 coincidente con el periodo de la PAC. Se marca dos objetivos muy concretos; Aumentar la capacidad de almacenamiento y regulación del agua regenerada para el regadío en un 33% y aumentar la proporción de agua regenerada utilizada por los agricultores de un 42% actual a un 60%. El Plan define cinco objetivos generales y se desarrolla a través de 8 Programas de Actuación. Programa de Inversiones en nuevas infraestructuras de aprovechamiento de aguas regeneradas. Programa de mantenimiento y mejora de las instalaciones existentes. Programa de modernización del regadío a pie de explotación y de fomento del uso de las aguas regeneradas. Programa de buenas prácticas agrarias y ambientales en el uso del agua regenerada. Programa de investigación e innovación. Programa de compensación y mejora de la calidad del agua regenerada. Actuaciones para impulsar la eficiencia energética en los sistemas de regadío y finalmente, programa de actuaciones medioambientales y de restauración de la biodiversidad en el entorno de las balsas de riego. Un total de 18 Proyectos de Inversión directos y un plan razonable y viable para empezar a plantearnos otras metas.