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Alex Volney

A Miquel Morell, escultor (I)

Miquel Morell i la seva obra 'Saltimbanqui' Àlex Volney 1990

En el centenario del nacimiento de quien no me bastarían ni cuatro páginas para sintetizar la trayectoria. Nacido en Granollers, Barcelona, en 1923. A los dos años, palabras suyas, volvió a Mallorca. Su padre era guardia civil y tuvo en sus progenitores una fuerte oposición a que se dedicase a la carrera artística. Tras su aspecto unamuniano, reservaba una sonrisa entre amable y traviesa. No le permitía a nadie, ni a pesar de la edad, que lo tratase de usted. Miembro del «Grup Tago» fue testimonio de que en algún momento existió vanguardia en Mallorca. Miquel Morell, escultor, fue uno de sus más sólidos pilares.

Parece ser que quien fue el primer presidente del grupo, el poeta Rafel Jaume, lo bautizó con el nombre de la isla de Tago Mago, evocando ciertos aires de renovación. Fueron la primera puerta que se abrió al arte moderno en Mallorca cuando solo se hacía «el paisatget». El grupo se reunía en la buhardilla del Bar Moka de Ciutat donde permanecieron unos dos años. Había germinado sobre el año 1957 y se constituyó en 1959. Empezaron el artista, y mismo propietario del Cafè, Francesc Verd ‘Fraver’, Antonio de Vélez y el mismo escultor. Más tarde se añadirían M. Brunet, F. Carreño, J. A. Ferrero, J. Gibert, C. Juan, M. Rivera Bagur, J. Garcés, T. Heydel, A. Llodrà, P. Quetglas ‘Xam’, M. Sofía Pinto y los también escultores Antoni Font y J. Panqués. Grupo totalmente heterogéneo después que la Generació dels Cinquanta, con el poeta Josep Maria Llompart a la cabeza, se emancipase de la Escola Mallorquina, coincidirían en las ganas de romper, pero en cuanto a ideología se distanciarían. El público resultó bastante hostil con este nuevo grupo. Los del Tago exponían por toda la isla, sin subvenciones, pagando el alquiler de un furgón de sus bolsillos, incluso los costes de cada catálogo. Solían producirse escándalos ante sus obras e incluso en varias ocasiones casi les pegan en su tour por los pueblos. Se quejaba Morell, ya en el año 1996, que los políticos eran muy conservadores y que con el tiempo se hacían fotos con ellos, pero sin apostar nada más, «no iban más allá». Ellos solitos abrirían el camino al exterior con exposiciones en Europa y en Estados Unidos, para los artistas de la isla un camino, en aquellos momentos, aún virgen.

Tago quiso homenajear, en su momento, al pintor Joan Miró pero fueron censurados y el evento abortado por el régimen. El grupo no tenía una afinidad común y cada uno desarrollaba su estilo. Los unía la clara intención del cambio brusco y la quiebra con el pasado. Una de sus almas, el poeta y librero (Llibreria Cavall Verd) lo explicaba perfectamente: «Tago es un grupo como hay muchos. Ni quiere formar escuela, ni ser tomado por un ‘ismo’ más… Tago exige a los suyos que vivan realmente. Como el corazón, no admite parones, sino el trabajo laborioso, la inquietud continuada y el ímpetu diario. Para que, poco a poco, se desmorone la roca del falso arte, muerto lo mismo que la mujer de Loth y por la misma causa…». Miquel Morell y Rafel Jaume eran inseparables, tanto que el escultor pasaba los veranos en Bunyola con el poeta, pero de esta cuestión hablaremos otro día.

Ya advirtió, en la última década del pasado siglo, que en el mundo del arte «si no acceptes subvencions, hi ha el perill d’automarginar-te, com es el meu cas». Y así fue, muchas de sus obras siguen en paradero desconocido. Gran persona, hombre generoso con todo el mundo y artista independiente, lo tenía claro: «No som amic de subvencions i, quan ho necessit, venc qualque obra. És un risc, però, visc més tranquil i satisfet de la meva vida, sense estar condicionat, no depenent de ningú, malgrat haver passat moltes calamitats».

Las últimas décadas, Miquel, recibía centenares de visitas al mes en su casa del Camp Redó, una casa de trabajadores típica con el corral posterior lleno de ortigas. Su amabilidad y generosidad, su inacabable inquietud intelectual iban tejiendo año tras año una amplia red de amistades entre poetas y diversos artistas plásticos que encontraban en él donde agarrarse o encontrarse con los demás. Entrañable persona. Artista independiente. Un determinado día decidió «exiliarse». Miquel Morell, escultor y dibuixant. Grup Tago. Cent anys del seu naixement. Continuará…

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