Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Jose Jaume

Desde el siglo XX

José Jaume

Las derechas con o sin Feijóo tomarán las calles de Madrid el sábado

Calentando la segunda moción de censura contra Pedro Sánchez, se nos anuncia algo parecido

a una tercera «foto de Colón» por la salvación de España

Las derechas se han tornado tan gritonas como pancarteras; le han tomado la medida a las calles de la capital del Reino y en ellas acostumbran a plasmar sus demostraciones de fuerza. No es que el PP, siempre presuntamente moderado, en el eternamente inconcluso viaje al centro político, que no sabe qué es ni dónde se halla, le tenga desmesurada afición a la algarada callejera: siempre ha dicho de las izquierdas que pretenden obtener en la plaza pública lo que las urnas les niegan. Sucede que la muchachada de Vox, crecida y soliviantada, sí busca la calle a la menor oportunidad; de no dar con ella, la crea. Así que el sábado, con la pretensión de echar a las tinieblas exteriores al presidente del Gobierno, se ha convocado en Madrid la siempre «multitudinaria», «masiva», manifestación para que los españoles que aman a la nación expresen nítidamente su repudio al «peor Gobierno» de las postreras ocho décadas de nuestra historia, según afirma reiteradamente Santiago Abascal, amigo, «a prueba de bomba», de Borja Sémper, el fichaje «centrista» de Núñez Feijóo, que parece, salvo rectificación a deshoras, que no participará para no verse concernido por la inquisitorial mirada de Abascal, que busca afanosamente a quien esté dispuesto a dar la cara para que se la partan en la moción de censura reiteradamente anunciada. Es un episodio más de la poco fraternal trifulca en la que están enfrascadas las dos derechas. La tercera, a la que se dispone a dar caritativa sepultura la mallorquina Patricia Guasp, yace de cuerpo presente.

Lo descrito es el corolario de lo acontecido a cuenta del aborto, en el que el PP ha sido enredado por Vox dado que una calamidad apellidada Mañueco, presidente de Castilla-León, es incompetente que solo sirve para que los objetivos de la extrema derecha se cumplan según lo previsto. Vox ha abortado con el desaguisado del aborto el plan del PP. Llevamos una semana en el que los anuncios emitidos desde Valladolid (antaño capital imperial de las Españas) sobre lo que ha de hacerse o dejar de hacerse con las mujeres que quieren interrumpir su embarazo han velado los asuntos con los que el PP atizaba al Gobierno: malversación y Ley del «solo sí es sí», enésimo disparate del ministerio de ese otro portento que es Irene Montero, equiparable a Mañueco en el dislate. Se constata hasta dónde ha llegado el disparate observando la convulsión que se ha originado en el PP, incapaz de poner en su lugar a Vox, porque las desautorizaciones han llegado mal y tarde: la extrema derecha, reconocido por uno de sus portavoces, da por bien servido el zafarrancho.

Con ello, el sábado veremos cómo se las ingenia el PP para no ser traidor a España y, al tiempo, no seguir comulgando con las ruedas de molino que Vox pone en su andadura. Se supone que habrá dirigentes del PP en la manifestación, pero, qué se le va a hacer, la ausencia de Feijóo, si se materializa, con el gallego nunca se sabe si respira o resopla, será utilizada sin duda por la extrema derecha para hacer ver que en el PP las piernas tiemblan ante la inevitable alianza que después de mayo se instaurará en los lugares donde las urnas lo faciliten. Temblor que no desaparecerá cuando se solvente la moción de censura, cáliz amargo para los populares; y anotemos otro episodio propiciado por la última maldad de Pedro Sánchez: convocar en el Senado un debate sobre política económica para dar información en torno a lo acordado en la Unión Europea. Las carencias de Feijóo otra vez puestas en evidencia, o no.

Acotación oportuna. Arca, que vemos sirve para algo más que para salvaguardar el pedrusco fascista de Sa Feixina, promueve una campaña para que las aceras sean lugares seguros. Son pistas por las que patinetes eléctricos y bicicletas hacen lo que les viene en gana ante la dolosa negligencia del Ayuntamiento que preside el alcalde Hila. Mejor no albergar muchas esperanzas de que actúe. La ideológica camisa de fuerza que le atenaza le impide la contemplación de lo que acontece.

Compartir el artículo

stats