Igual los lectores no se han dado cuenta, pero desde el pasado mes de agosto, el formato en el que se da la información de precios semanales a los que cotiza el cordero, el porcino y la porcella en la Lonja de Sineu ha cambiado. En primer lugar, se especifica que se refiere a precios recibidos por las y los ganaderos en la semana en curso. En segundo lugar, junto al precio semanal, aparece una columna con símbolos de igual, o unas flechas hacia arriba o hacia abajo, que indican la tendencia de la siguiente semana. Detrás ha habido todo un debate entre productores y operadores y con la Conselleria por medio, para actualizar el funcionamiento de una lonja que desde hace 25 años presta servicio al sector ganadero.

Las lonjas agropecuarias constituyen una institución tradicional del sector agrario en España, que contribuyen con su actividad a mejorar la transparencia en las relaciones comerciales en los primeros eslabones de la cadena agroalimentaria. Las lonjas prestan un importante servicio al conjunto de los agricultores y ganaderos de las zonas en las que se ubican, ya que elaboran y difunden información sobre las cotizaciones y mercados en origen, lo que contribuyen a mejorar los intercambios comerciales del sector agrario. La primera regulación fue del año 1976 y desde entonces, las lonjas se han organizado siguiendo distintos modelos de funcionamiento y adoptando diferentes formas jurídicas, hasta constituir un «Sistema Nacional de Lonjas de Productos Agropecuarios». El sistema de lonjas es funcional al conjunto del sector agropecuario, y es muy conveniente que se mantenga vivo y dinámico. En este sistema, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación reconoce la existencia de 39 lonjas y 8 mercados ganaderos, una de las cuales es la Lonja de Porcino de Llubí - Sineu. Esta tupida implantación geográfica representa un interesante activo para lo que son sus objetivos, pero también es cierto que la atomización de la estructura de la «Red de Lonjas» y sobre todo, la escasa integración o coordinación entre ellas, también puede entenderse como una deficiencia estructural.

Por todo ello, y coincidiendo con la entrada en vigor de la reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria, el Ministerio publicó el Real Decreto 427/2020, de 3 de marzo, que establece los requisitos y el procedimiento para el reconocimiento de las lonjas de productos agropecuarios como lonjas de referencia. Realmente el decreto es muy sencillo y está elaborado con mucho sentido común, tratando solo de poner orden en el sistema de lonjas. Al final, detrás de cada lonja, debe haber una agrupación o asociación que reúna a los agricultores y ganaderos junto a los operadores comerciales de los productos de cada lonja, un sistema de adhesión voluntaria y unos estatutos o reglamento de funcionamiento.

Lo curioso es que de forma casi paralela a estos cambios normativos, y sin que nadie dijera nada, los propios operadores que formaban la Lonja de Sineu vieron que era necesario renovar el compromiso con la lonja y activarla para que siguiera cumpliendo una función que todos al final reconocían como necesaria. Han sido varios meses de ajuste y varias reuniones conjuntas. Como siempre pasa en estas cosas, también ha sido necesario que unos pocos productores y comercializadores empujaran del carro. La actitud mediadora de la Conselleria ha facilitado el proceso y finalmente ha sido imprescindible la voluntad del conjunto de avanzar.

Hoy lo que tenemos es una Lonja de Sineu renovada y más clara en su operatividad. Tenemos un «Reglamento Interno de Funcionamiento», sencillo pero suficiente. Tenemos un sistema de adhesión voluntario pero formal. Tenemos una representación importante de productores y comercializadores, y tenemos una Junta de Precios, que dentro de la normativa nacional de las Lonjas de referencia, lo que hace es comprobar las cotizaciones de las operaciones reales efectuadas durante la semana anterior y fijar la tendencia en función de las realidades del mercado de la semana siguiente. A partir de aquí, y como en todo lo demás, un futuro por delante en servicio al sector ramader.

Dedicado a todos los ganaderos, ganaderas, comercializadores,

funcionarios y técnicos que siguen empeñados

en sacar adelante acuerdos para que el sector agrario avance.