El principal Think Tank de España, en mi opinión, es la Fundación COTEC presidida actualmente por la exministra de ciencia Cristina Garmendia. Dedicaba su estudio del pasado año a la cuarta revolución industrial que vivimos actualmente y es conveniente difundirlo y reflexionar al respecto.

En las anteriores revoluciones industriales, era clara la mejora en las condiciones de trabajo y el incremento de los salarios de la clase trabajadora. Por ello, disminuía la pobreza hasta llegar a crear una clase media que da estabilidad social y es, además, el soporte de la economía y de la sociedad del bienestar, ya que es la que paga impuestos de forma estable, por lo que los Estados pueden contar con ingresos regulares.

Su característica principal era que una mayoría de ciudadanos vivían mejor que generaciones anteriores, ya que se basaban en que la maquinaria sustituía al hombre en trabajos pesados y de bajo valor añadido y nacía la producción en serie, creando empleos, menos físicos, más especializados y mejor remunerados, aumentando el consumo, y creando un círculo virtuoso.

Esta cuarta revolución industrial está provocada por el proceso de automatización de tareas, ya no sólo físicas sino también de orden más intelectual, que hasta ahora precisaban de la intervención humana.

Algunos estudios prevén que en el 2030 los ordenadores con inteligencia artificial superarán al cerebro humano. Si es así, los trabajos especializados pero repetitivos, o de manejar datos, son los que más sufrirán, y son los que generalmente pertenecen a la clase media, pero también algunos son de clase alta, como por ejemplo en el campo de la medicina (radiología), o servicios financieros (análisis de riesgos).

¿Qué está cambiando en la economía capitalista para que nos hagamos la pregunta sobre el futuro de la clase media?

Pues que pasamos de una economía de tangibles a una economía de intangibles. Como documenta la Fundación Cotec, en 1975 las primeras cinco empresas del mundo tenían unos activos de 590 mil millones de $, prácticamente todo en tangibles; en el 2019 era de 4 billones de $ en tangibles, pero se multiplicaría si sumásemos los intangibles (marca, big data, software, publicidad, formación de personal, propiedad intelectual, patentes, diseño,…..) en definitiva, conocimiento.

Las empresas que se basan más en el conocimiento pueden crecer mucho más rápido que las que necesitan más bienes físicos para su expansión, pero a veces se encuentran con que los bancos no les facilitan financiación en caso de necesitarla, ya que prefieren lo que se denomina garantías reales a intangibles.

Los estudios más optimistas expresan que se pueden crear como siempre más empleos que los que se van a destruir, con lo que pasaría como en otras revoluciones industriales. El gran problema es que estos mismos estudios predicen la progresiva desaparición de la clase media.

Se va a producir una ruptura de la sociedad en dos partes, pero sin un camino para transitar de una a otra. Ya no será posible el sueño del progreso, como el clásico ejemplo de empezar de botones y acabar de presidente de la empresa. Tendremos una parte mayoritaria de la sociedad de clase baja «pobre» y otra minoritaria la del conocimiento «rica», pero con una zanja en medio muy difícil de superar, y de ello es responsable en parte un sistema formativo, que nos prepara para un mundo profesional que ya no existe.

Por tanto, ¿nos enfrentaremos en unos años a una sociedad polarizada y que a nivel sociológico e ideológico ya está llegando?, ¿Cómo afrontar este reto? ¿Tiene futuro el capitalismo?