Diario de Mallorca

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Alex Volney

Josep Amengual i Batle

Judíos y cristianos cantando juntos himnos bíblicos. Cantaban en latín al mismo Dios. El pueblo judío llegó a las Baleares, parece ser, a mitad del siglo III de nuestra era. Aquí, es un pueblo más antiguo que el cristiano. Un pueblo establecido en la producción agraria que llega a ser latifundista. Judíos y cristianos en lo económico, podían ser socios. No se entorpecían entre ellos en la Menorca romanizada. La primera conversión masiva de judíos es sin violencia física, pero con inaceptables presiones sociopolíticas. El emperador no hubiese tolerado ningún tipo de violencia física contra los judíos. La resistencia la mantendrán las mujeres ante la incitación a convertirse para poder mantener el poder económico y político. Dan una lección ejemplar de libertad de conciencia no queriendo traicionar la fe de sus padres.

La romanización pasa por reconocer cómo algunos cristianos perseguidos acaban siendo criminales perseguidores. Así mismo, Roma era incompatible con el universalismo cristiano.

Estamos en una época en que por primera vez la mujer podrá romper el matrimonio judío y despedir (o echar) al esposo. Los judíos étnicamente no han desaparecido nunca en Mallorca. El judaísmo y el cristianismo convivieron mucho tiempo, se habían implantado por vía de misión pacífica, obra de los comerciantes. Unos y otros tenían bien organizada su comunidad. El municipio de Magona (Maó) era regido por judíos, con los votos necesarios de los cristianos (que eran mayoría en Iamona o Ciutadella). Entre Roma y el Islam hubo dos dominaciones políticas muy olvidadas en el imaginario Balear: la vándala y la bizantina. Los vándalos saquearon las Baleares cruelmente. A pesar de todo, los vándalos, una minoría, no impidieron que la Romanidad se detuviera y se conservó hasta la conquista musulmana del año 903. La primera religión impuesta por la fuerza de las armas, hasta ese momento, en las Islas Baleares.

Cuando la titularidad política fue bizantina, el gobierno de las Baleares llegó casi a la plena autonomía. Los poderes civiles, judiciales, penales y de defensa eran prácticamente autónomos. El 455 una incursión vandálica rompe con Roma pero no resquebraja la Cristiandad. Llegamos a conocer qué libros constituyen la primera biblioteca Balear que se conoce: La Bíblia, Cánones Conciliares, Terenci, Ovidi, Ciceró… y todo de la mano del Doctor Josep Amengual i Batle con más de un cuarto de siglo de investigación y consultando archivos donde no había llegado nadie.

Josep Amengual nace en Biniali en 1938. Es historiador y teólogo, ha sido una de las figuras más relevantes en el entorno eclesiástico de Mallorca, pero también uno de los referentes indiscutibles en el campo de la Historia. No hay espacio, aquí, para enumerar sus obras anteriores.

El libro presentado no es un libro de religión, es una voluminosa Historia de Mallorca que empieza con este volumen. Él es un hombre de país y de convicciones sociales profundas. Conoce bien las problemáticas del Tercer Mundo como las de aquí y no se anda con tonterías a la hora de opinar y dar su visión de las cosas. Elegante y diplomático no se detiene a la hora de dar su más sincera visión de las cosas. Sostiene que este volumen transcurre en los tiempos en que «Crist no entra en el llenguatge dels polítics. Tal vegada perquè foren els que el crucificaren». «L’origen de les nostres tradicions populars es troba en els nous pobladors que vingueren de Catalunya a partir de 1229».

El pasado 23 de noviembre llenó la Sala Capitular del Monestir de La Real. No cabía un alfiler. Mérito de su persona y de su gran trabajo. Del cariño de la gente y la admiración por su coherente trayectoria. En las primeras filas ni una sola autoridad. Ni un solo cargo político. Ni un solo político. Ni uno. Parece ser que entre votos y exvotos interesen muy poco las minúsculas e insignificantes editoriales independientes que no se nutren del clientelismo. Enhorabuena… al irrepetible «homenot» Josep Amengual i Batle, deseando que vea culminar su monumental obra.

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