Aburrirse en clase, distraerse mirando a la ventana, memorizar lecciones para luego escupirlas en un examen... Son experiencias comunes, que la mayoría de personas han vivido durante su formación académica. El método de enseñanza tradicional se ha mantenido intacto desde hace varias décadas. Un profesor sale a la pizarra, explica mejor o peor el tema que le toca enseñar, suena el timbre y los alumnos cambian sus libros de historia por los de lengua. O por otros. Así, continuadamente, durante los diez años de enseñanza obligatoria. Como resultado: unas lecciones a medio saber y las ganas infinitas de que llegue el verano con las materias superadas, para poder pasar al siguiente curso.
Pero, para la maestra Isabel Izquierdo, entrevista por El Periódico de España, rotativo perteneciente al grupo Prensa Ibérica al igual que este diario, todo lo anterior cambia gracias a las aventuras de los protagonistas de Stranger Things.
Con más de dos décadas a sus espaldas de enseñanza, Isabel Izquierdo o, como sus alumnos prefieren llamarla, SuperIsa, ha defendido durante sus años de trabajo un modelo educativo diferente, en el que, gracias a las historias, sus 25 alumnos de sexto de primaria, aprenden «dinámicas de grupo y crean un ámbito de unidad de equipo», comenta.
Stranger Things ha sido la historia que ha elegido la profesora para enseñar estos valores, y es que todo concuerda cuando se piensa detenidamente. Un grupo de amigos, cooperación, fantasía y referentes heroicos femeninos. La receta cuadra a la perfección con los valores consensuados que un niño en su etapa formativa debe aprender, para desarrollar una vida adulta sana. «Los resultados son fantásticos», explica SuperIsa en relación a los efectos del programa en los alumnos, y menciona que, gracias a los principios que transmite la serie, «los niños son más propensos a evitar el rechazo o el acoso entre ellos».
El método ‘Stranger Numbers’
El sistema que Isabel Izquierdo implementa comienza en septiembre, al inicio del curso. Mediante un juego, los alumnos se embarcan en una aventura de inmersión en el que la materia impartida -cálculo-, gira en torno al universo de la serie de Netflix.
Principalmente, Stranger Numbers se basa en una serie de vídeos interactivos en los que se tiene que superar unas pruebas para avanzar en la historia y cerrar los portales que ha abierto el demogorgon, un monstruo bípedo con cara de flor dentada al que se enfrentan los protagonistas. Gracias al sistema de puntación en el que desaparecen los aprobados y los suspensos, SuperIsa puede comprobar la evolución de sus alumnos y comenta que gracias a esto los niños «evitan competir por las notas». Incluso, cuando uno de los grupos se queda atascado en una prueba, «el resto de los alumnos les ayudan para que puedan superar la aventura juntos», menciona.
Otro de los pilares fundamentales en este método es una de las mayores pasiones de la maestra; las figuras coleccionables. Los niños de entre 10 y 12 años todavía están en una etapa de jugar y gracias a los Funkos (muñecos de colección cabezudos), que SuperIsa tiene en casa, puede combinar, implementando los muñecos, «dinámicas de juego en las que a la vez aprenden» y la maestra explica que sus alumnos «piden más y más», historias de este estilo.
La técnica educativa que implementa la maestra SuperIsa se conoce en el mundo docente como gamificación, que es un sistema en el que se traslada la mecánica de los juegos a un ámbito educativo-profesional, con el fin de mejorar el rendimiento de los alumnos.
