«Tenemos identificados en Inca a diez grafiteros, de los que, en Palma, — hay burradas de pintadas suyas. Estamos intentando contactar con la policía local de Palma para darles las identificaciones». Son frases cercanas al pie de la letra que, un policía local (PL) de Inca —experto técnico en la materia— expuso en el marco de la mesa redonda sobre pintadas vandálicas organizada por ARCA, en la que participé. La actividad desarrollada el quince de junio en el Colegio de Abogados de Palma tuvo gran éxito de participación.

Minutos antes de que interviniera el agente, el fiscal Jaume Guasp Ferrer, entre otras interesantes apreciaciones, propuso la creación de equipos especializados de PL, así como la creación de bases de datos.

No puedo estar más de acuerdo con el fiscal; sin embargo, mi actual perspectiva me transporta a la frase que abre este texto. Un grupo especializado contra las pintadas de Inca sabe que hay otro en Palma y tiene valiosa información para él, pero no existe un sistema reglado de comunicación.

Han entrado en juego los especialistas y las bases de datos. ¿Creamos una por cada municipio con su equipo especial anexo? «Solo hay sesenta y siete municipios en la CAIB» sería un sinsentido.

¿Nos hallamos ante otro déficit del modelo policial español, calificado de «obsoleto» por un lúcido profesional que intervino en el coloquio? Sí. Caro, asimétrico e ineficiente.

A falta de policía autonómica, el modelo puede mejorar la coordinación. El Govern Balear, en el ámbito de sus competencias a través de la ley de Coordinación de las Policías Locales, podría intervenir de forma muy positiva en paliar carencias endémicas relacionadas con la especialización.

Mi visión pasa por reunir un equipo de agentes con un perfil técnico multidisciplinar que, a través de la formación precisa, verían potenciadas sus habilidades en el sentido de satisfacer determinadas demandas técnicas de cualquier municipio. Específicamente en reconstrucción de accidentes y pintadas vandálicas. No todos tienen plantillas potentes, pero sí hay mimbres suficientes para crear un equipo como el que propongo, formado por agentes en comisión de servicios, integrados en una Agencia Autonómica Técnica Policial.

La AATP, dado que impera la competencia territorial, desarrollaría funciones de seguridad sin ejercicio de autoridad policial. Ahora bien, informes técnicos a demanda a partir de los datos recogidos por cada PL en su municipio, sí, se pueden realizar. Ni siquiera hace falta ser policía para ello. Se pueden remitir fotos de pintadas vandálicas a un gabinete madrileño, para que, un experto grafólogo desarrolle un estudio comparativo, o a un instituto de seguridad vial catalán, una inspección ocular de un accidente para que practique una reconstrucción. Ambos dictámenes tendrían valor pericial. De forma parca y sucinta este es el embrión sobre el que pensar.

Además, la AATP podría mantener las bases de datos sobre pintadas vandálicas y cualquier otra policialmente necesaria que apoyaría desde el municipio más grande, hasta el más pequeño.

Hubo otros PL de base que, en el coloquio, expusieron detalles —quejas— muy interesantes:

—Una pintada vandálica puede saldarse con una multa de cincuenta euros.

—En Palma hay un «embudo» en la tramitación. Hay multas que prescriben por ello.

—Nos faltan medios y formación.

—Si la pintada es delictiva y realizada por un menor, no se nos permite continuar diligencias.

—Necesitamos bases de datos.

Me he centrado en uno de los múltiples aspectos tratados en la mesa. Respecto al resto de intervenciones, someramente; Rosa Planas Ferrer, consideró la gravedad de las pintadas porque transforman el paisaje. Afectan a nuestro bienestar y transmiten hostilidad en lugar de paz y armonía. Nicolas Cañellas trató la magnitud del problema y reiteró la facilidad —infrautilizada—que da Emaya para limpiar fachadas de particulares. Àngels Fermoselle Paterna abogó por un mayor reproche penal y social, reivindicando la limpieza y borrado como armas fundamentales.

Un apunte final por mi parte: limitar la difusión de las imágenes de los «artistas». Estimo que ver su obra en cualquier soporte refuerza la conducta. Propongo en este sentido que las pintadas sean «anuladas» en origen mediante los logos superpuestos de los medios emisores —prensa, redes sociales— sobre ellas. Se trataría de una desvandalización activa.

La mesa se prolongó más allá de lo razonable y hubo otras valiosas intervenciones que, en cualquier caso, no pudieron ser oídas por responsables políticos de los gobiernos municipales, insulares, autonómicos o el estatal. Tampoco, salvo el inspector jefe de la PL de Llucmajor, hicieron acto de presencia sus respectivos mandos policiales.

Para combatir problemas cívicos tan globalizados por un lado y tan individualmente padecidos por otro, la sinergia institucional y civil es fundamental. Sugeriría no desaprovechar ninguna ocasión para practicarla y avanzar hacia un verdadero modelo de seguridad pública.