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Pilar Garcés

El desliz

Pilar Garcés

Cristiano en la alfombra roja

Les gusta que les roben, si lo hacen los ricos y famosos. Solo así se explica la presencia de forofos jaleando a Ronaldo y pidiéndole autógrafos cuando venía de declararse culpable de fraude fiscal

Visto lo visto, tal vez la revista ¡Hola! acertó con el titular que nos merecemos: " Cristiano acude con Georgina Rodríguez a su cita con el juez", bajo una fotografía del astro del fútbol y su prometida sonrientes ante las cámaras como si llegaran a la gala inaugural del Festival de Venecia. La cita era en realidad un trámite peliagudo, consistente en firmar su condena a dos años de cárcel, que no cumplirá, y al pago de una multa de 18,8 millones de euros, resultado del pacto que alcanzó con la Fiscalía y con Hacienda por haber defraudado a las arcas públicas españolas 5,7 millones. O sea, que el portugués ratificaba que ya es oficialmente un delincuente fiscal. Desde Turín, donde ahora juega con la Juventus, Ronaldo pidió medidas especiales de seguridad, y trató de evitarse por todos los medios el paseíllo. Parece que no nos conoce, después de tantos años viviendo en Madrid. No le hacía falta protección extra, máxime si ni en su peor pesadilla haría uso del transporte público que estos días anda en pie de guerra en la capital. No le hacía falta evitar al público acostumbrado a venerar a los futbolistas en el césped o a la salida de la sala de vistas donde consiguen tratos ventajosos por evadir impuestos. Ni tampoco a la prensa, que le preguntó a gritos "¿Qué tal estás?" y "¿Vas a Volver al Madrid?" "Todo perfecto", respondió él, y qué menos. Cincuenta minutos en una sala de espera y se acabaron sus problemas con la justicia.

Aplausos, vítores, y hasta autógrafos le pidieron numerosos fans al abandonar el juzgado con gesto de alivio. Te queremos, Cristiano. Eres el mejor. Solo podemos darte las gracias por no colaborar; colaborar es de mediocres. Te admiramos por ser insolidario y tramposo. Por hacernos gastar tiempo y esfuerzos públicos en perseguirte hasta conseguir que aportes a la caja común lo que te toca y te sobra. No cambies nunca. Sigue metiéndonos la mano en el bolsillo. Recuerdos a Leo Messi, a Mascherano, a Falcao, a Modric, a Di Maria y a todos los que antes que tú consiguieron acuerdos con el ministerio público para reducir sus penas por meterles goles a sus conciudadanos. Sois suficientes para montar vuestro propio equipo de defraudadores con el que competir en un Mundial del Dinero Negro. De entrenador, José Mourinho.

Pedirle a un tipo que acaba de estampar su nombre en una sentencia de culpabilidad que firme una camiseta deportiva dice algo de la capacidad del ser humano forofo para perdonar lo imperdonable, siempre que el pecador sea rico y famoso. Los mismos contribuyentes masoquistas que jalean al deportista multimillonario exigen luego mano dura con el top manta, con la inmigración ilegal y con la inmigración legal. Los mismos que creen que los pobres les roban votan a los herederos de Gürtel. Ya de vuelta del pequeño marrón judicial de sumar el delincuente confeso a sus muchos títulos, Cristiano Ronaldo publicó en las redes sociales una foto donde se le ve haciéndose un selfi en su avión privado, con una sonrisa de oreja a oreja. Jersey de marcaza, reloj de marcaza. Los contratos publicitarios no deben peligrar por sus discrepancias con el fisco español y una condena que es una mancha que le acompañará de por vida. Desde luego que no, de hecho, la imagen tuvo cientos de miles de 'me gusta'.

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