Marcus Cooper Walz dejó claro, tras la clasificación del K4 500 para la semifinal olímpica, que "la presión" ya se la pone el cuarteto. "Sabemos que el éxito va a ser que hagamos la mejor regata que podamos hacer, que sea una buena prueba y que el resultado sea lo que nos merecemos", afirmó el campeón olímpico en el K1 1000 metros en Río 2016.

“Buenos días, España. ¡Hemos logrado ganar nuestra eliminatoria y estamos en semifinales! Estamos muy contentos con la regata que hemos hecho y ya nos hemos quitado el primer gusanillo. Mañana es el día importante”, señaló en sus redes sociales el palista mallorquín, que añadió en otro post: “Me encanta el clima y las condiciones del agua donde competimos en Tokyo. Me recuerda a Portopetro (Mallorca), donde empecé”.

Por su parte, Saúl Craviotto aseguró que no había "notado mucho la fatiga" en las series y los cuartos de final de este viernes en K4 500 metros por su participación en K1 200 metros, mientras que su compañero Carlos Arévalo tiene claro que han demostrado que un barco de equipo "se tiene que trabajar".

"La verdad es que yo no he notado mucha fatiga por el tema del K1 200. Por la tarde sí que me dio un poco el bajón después de haber pasado mucho calor y a llegar a la habitación sí que me dio un bajón, pero luego fui al fisio, estuve en la nevera metido con el aire acondicionado a 20. Estaba congelada la habitación y recuperé", subrayó Craviotto en declaraciones facilitadas por la RFEP.

El ilerdense recordó que la aclimatación ha sido buena porque vinieron "muchos días antes" a Japón al ser abanderado. "Estuvimos en Kyotango, que la temperatura es idéntica a esto, con agua salada. Los primeros días estábamos fatal, así que menos mal que pudimos venir con tiempo y la verdad es que no nos está afectando mucho", admitió.

Por su parte, Carlos Arévalo apuntó que han venido a "tirar por una medalla olímpica" y que para ello "hay que entrenar mucho, mucho, mucho. Hay que sufrir y aguantarse y sacarlo para delante como se pueda", remarcó.

"Tú no coges a los mejores de cada prueba en el barco, los metes así por arte de magia y a correr. Un barco de equipo se tiene que trabajar, tiene que ir acoplado y como se acaba de ver tiene que ser así", añadió el de Betanzos.

Para el gallego, estar en Tokio "es un sueño cumplido". "Poder pelear entre los mejores del mundo, por una final olímpica junto a un amigo, junto a otro amigo, junto a compañeros, junto a las personas que llevas admirando desde pequeño es todo un logro ya", señaló.