Hace dos años, Ana Rujas y Claudia Costafreda exploraron el descenso a los infiernos de María, la treintañera protagonista de 'Cardo', una joven que andaba perdida por la vida y cuya afición por los excesos (drogas, sexo) y un desafortunado accidente fueron hundiéndola en el pozo. Su crudeza a la hora de abordar el vacío existencial que cualquiera puede sentir le valieron el respaldo de la crítica: la revista estadounidense 'Variety' la escogió como la tercera mejor serie internacional de 2021 y fue premiada con un Ondas y con dos galardones en los Feroz. Este domingo 12 de febrero, las creadoras retoman la historia de esta atormentada chica en una segunda temporada que viene marcada por un salto temporal y por la mística de Santa Teresa de Jesús, ya que cada uno de los seis nuevos capítulos se abre con una frase de la monja y escritora del siglo XVI y fundadora de la Orden de las Carmelitas Descalzas, a la que la protagonista descubre en la cárcel leyendo 'El libro de la vida'.

"Santa Teresa nos servía para que María tuviera algo a lo que agarrarse, que fuera una vía para buscar la salvación", justifica Costafreda, también directora de la serie, que ya echó mano de la simbología religiosa en la primera entrega con imágenes de procesiones y estampitas de la Virgen. En los nuevos capítulos, la trama echa a andar tres años después del cierre de la anterior temporada, con la protagonista saliendo de la cárcel y buscando tomar la senda del buen camino. Aunque la vida no se lo ponga fácil.

Ataques de ansiedad

"No queríamos hablar tanto de la experiencia de estar en prisión, sino en cómo salir de allí con un estigma", explica Rujas, que interpreta a María, que se pasa los primeros capítulos rezando una oración cuando le dan ataques de ansiedad y repitiendo como un mantra que está genial, aunque el espectador se dé cuenta pronto de que no es así. "La diferencia con la anterior temporada es que en esta el personaje está poniendo toda su voluntad en estar bien", reitera la actriz, que opina que la serie es ahora "más salvaje" porque "María está más fuera de la realidad".

"El año pasado María estaba más integrada. Aunque estuviera escondiendo algo muy fuerte, se podía desenvolver más con su entorno", añade Costafreda, que recalca que los personajes que saben que ha pasado por la cárcel "la miran de forma distinta". "La tratan con condescendencia, con paternalismo, pero con cierta distancia, lo que hace que la situación sea muy rara", explica.

"Pero ella es la primera que se juzga a sí misma", añade Rujas sobre un personaje que no deja en ningún momento de lidiar con la culpa y que se siente muy sola, aunque se vuelva a cruzar de forma puntual con viejos conocidos interpretados por Diego Ibáñez, Ana Telenti y Clara Sans y con nuevas incorporaciones a las que dan vida Nur Olabarría y Arrieta Villa.

Mientras que en la anterior entrega la protagonista era una habitual consumidora de drogas como la cocaína, ahora las ha dejado pero sucumbe a las pastillas que le han recetado en la cárcel y las que se ha vuelto adicta sin ni siquiera darse cuenta. "Queríamos retratar ese otro tipo de consumo que hay con esas sustancias, que están muy a la orden del día para superar ciertas situaciones e intentar estar bien", incide Rujas.

El final definitivo

Tanto la actriz como Costafreda tienen claro que la historia de María quedará cerrada en esta segunda temporada y que "es la hora de explorar cosas distintas" por separado. Aunque este tándem profesional que juntaron los Javis, productores ejecutivos de 'Cardo', haya funcionado la mar de bien.