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Tú y yo somos tres

La crítica de Monegal: España pierde la fe y en ‘Masterchef’ fichan a un cura

Esta Semana Santa han hecho un estudio que arroja una tendencia que les preocupa: mucha asistencia de público en las procesiones, pero muy poca gente en Misa

Fray Marcos en ‘Masterchef 11’ (TVE-1).

Advierten en el programa ‘Sábado clave’ (La Sexta) que en España se está perdiendo la fe. Esta Semana Santa han hecho un estudio que arroja una tendencia que les preocupa: mucha asistencia de público en las procesiones, pero muy poca gente en Misa.

A mi juicio esto tiene una explicación clarísima: el factor espectáculo es más atractivo que el factor religioso en sí. A pesar de que el programa más visto de La 2 es, los domingos, El Día del Señor, o sea La Misa, la masas cuando salen a callejear se inclinan por la gran exhibición de las procesiones, tan vistosas y coloristas, en cambio se encaminan poco hacia las iglesias para asistir a la ceremonia de la eucaristía. Lo que debería hacer la tele, tan aficionada a preguntar cosas a los transeúntes, es hacer encuestas a los que asisten a las procesiones –evitando por supuesto a los turistas– y preguntarles si van por estricta religiosidad o simplemente para disfrutar del espectáculo y pasar una tarde-noche entretenida. Quizá el resultado nos sorprendería.

En este clima es meditable la decisión de ‘Masterchef’ (TVE-1) de introducir, por primera vez en la historia de este concurso, a un fraile de origen venezolano (ordenado sacerdote en Ávila) que se llama Marcos y es dominico. Quizá aspiran a potenciar lo religioso a través de la gastronomía. Bien mirado la figura del cura cocinero es un pintoresquismo muy enraizado en la historia y en la literatura. Aquí el problema es que llevan ya cuatro programas emitidos de este ‘Masterchef número 11’ y no parece que este fraile haya concitado grandes simpatías entre sus compañeros de concurso. Dicen de él que «Es un mosquita muerta (...) No transmite nada, es como el aire, vacío». Incluso una aspirante a cocinera ha lanzado una sospecha: «Me parece que es un actor». Hombre, si fuera un actor camuflado, daría más espectáculo, eso es seguro. Le preguntó el chef Pepe Rodríguez por qué ha querido meterse en el concurso, y el mosén ha respondido: «Porque Santa Teresa de Jesús decía: en los pucheros y las ollas también está Dios». La verdad es que fray Marcos es escueto en el gesto y parco en palabras. No parece proclive al ‘show’. Mal asunto, desde el punto de vista de la excitación. Quizá TVE, tan necesitada de audiencia, se ha equivocado de clérigo. Quizá debería haber contratado al padre Apeles, que lleva una larga temporada en dique seco televisivo.

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