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Tú y yo somos tres

La crítica de Monegal: Las posturas en la alfombra son lo mejor de los Oscar

Más que la gala en sí, y televisivamente hablando, el mejor gancho para atrapar audiencia es el postureo en la alfombra

Lilly Singh, con Jamie Lee Curtis.

Vista la gala de los Oscar por la tele (madrugada de Movistar+) se constata que este año ha tenido un relativo interés. Aburridita. Es natural. No todas las ediciones tienen la suerte de que Will Smith suelte un mamporro.

Más que la gala en sí, y televisivamente hablando, el mejor gancho para atrapar audiencia es el postureo en la alfombra. Roja o color champán, es lo de menos. Decía esta mañana el conde Lecquio en ‘Ana Rosa’ (T-5) que esa exhibición de actrices y actores es la mayor expresión de glamur del planeta. Comprendo su devoción. Van todas y todos vestidos como si no hubiera un mañana. Como si fuera la última ocasión de lucir el postrer impacto de un diseño indumentario, antes de que el apocalipsis final nos iguale a todos en pelotas. Este contorsionismo suave sobre alfombra es un arte posturista que en la tele funciona muy bien. Este año la organización ha contratado a la modelo Ashley Graham, a la cantante y actriz Vanessa Hudgens y a Lilly Singh, conocida en Canadá como la ‘Youtube Superwoman’, para que hagan las minientrevistas correspondientes antes de que las 'celebrities' entren en el Dolby Theatre. 

Lilly le preguntó a Jamie Lee Curtis cuál fue la primera impresión que tuvo al leer el guion de la película estrella de la noche, ‘Todo a la vez en todas partes’. La hija de los míticos Janet Leigh y Tony Curtis contestó: "No entendí nada. Ni una palabra. Pero cuando vi que la mujer y el hombre se reunifican, comprendí que era una obra maestra". O sea, que nosotros, en casa, tendremos que volver a meternos en ella (la ofrece Movistar +) porque la dejamos por imposible en el minuto 18. Nos provocaba alucinaciones y fallo neuronal completo. Será que no estamos iniciados en la teoría de los mundos paralelos, hoy llamada multiverso.

La plataforma Movistar desplazó a Los Ángeles a Cristina Teva, y en la alfombra pilló a Antonio Banderas, nominado por ser la voz de ‘El gato con botas’. Decía Banderas, poniendo énfasis en esa perversión de los acentos que colocan en el cine –y en la tele– a los malos y a los buenos: "Hay que enseñarles a los niños norteamericanos que los héroes buenos pueden tener un acento (hispano) y los malos no tienen por qué tener acento". ¡Ah! Esta enseñanza no solo educa sin prejuicios a los nenes de Norteamérica: también es muy útil para los niños catalanes televidentes. Y para nosotros los mayores.

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