Recomendaciones:

En caso de que el torrente del Barranc lleve agua el espectáculo será mayúsculo. Cuando se corta la carretera entre el mirador de ses Barques y Lluc a causa de la nieve, el camino del Barranc es una vía muy utilizada por los amantes del frío.

Empezamos este itinerario en el pueblo de Biniaraix. Desde la pequeña plaza del pueblo, frente a la iglesia, cogemos la calle de Sant Josep y en la esquina de Cas Don giramos a la derecha. Antes de abandonar Biniaraix podemos visitar los típicos lavaderos y la font d’en Det.

En esta calle veremos dos caminos. El de la izquierda, asfaltado y ascendente, es el camino viejo de Monnàber. El de la derecha es llano y está indicado como L’Ofre-Barranc de Biniaraix-Lluc. Salimos del pueblo por el camino de la derecha (39ºN 46.280 / 002ºE 44.168), con los Cornadors enfrente.

Biniaraix DM

Avanzamos por un camino de carro y cruzamos el torrente. El camino se estrecha y aparece el famoso empedrado. Desde Biniaraix hasta las casas de l’Ofre se cuentan 1.932 escalones. Después de cruzar el torrente, la subida se acentúa. El torrente des Barranc recoge, más arriba, las aguas del torrente de l’Ofre y del torrente des Verger. Justo antes del segundo puente llegamos a un cruce. Por la derecha sale el Camí Vell des Barranc, por el Coll d’en Se, ruta que evita el fondo del barranco.

Nosotros subiremos por la zona de s’Estret, por lo que cruzamos el puente, con un bello paso de vado y una pasadera de piedra. El camino continúa ganando altura con sucesivas curvas serpenteantes, en un tramo conocido como Ses Voltetes. Poco antes de llegar a s’Estret, podremos disfrutar del trabajo realizado por la Escola de Margers, que recuperó el camino después de un desprendimiento de piedras.

S’Estret

S'Estret. Lorenzo Gutiérrez

Uno de los lugares más característicos del barranc de Biniaraix es s’Estret, profundo y umbrío. En este punto, las altas peñas casi se tocan, dejando paso únicamente al torrente y al camino, que tiene como acompañante una pequeña canal que baja el agua de la fuente del Verger.

En s’Estret, las rocas adoptan mil formas y con atención se pueden observar las huellas de los barrenos que permitieron ganar terreno para diseñar el camino. Justo a la mitad del camino que sube hacia las casas de l’Ofre, a una hora de Biniaraix, se hallan las casas de Can Silles y Can Sivella. Son las únicas construcciones que encontraremos dentro del barranco, sin contar las barracas de recolectores de oliva. Desde Can Silles parte el camí des Verger.

Es Verger es una amplia zona situada a la izquierda del barranco. El camino llega hasta la fuente. El Camí des Barranc, tras la desviación des Verger, se encuentra a la derecha con el camino que viene del Coll d’en Se. A medida que ascendemos el olivar irá dando paso a la vegetación salvaje, a los arbustos, pinos y encinas.

Una mirada retrospectiva nos brinda nuevas panorámicas de las paredes de s’Estret, Biniaraix y Sóller. A la izquierda del Camí des Barranc se levantan las Coves d’en Mena, una gran gruta de color rojizo que es visible desde la vall de Sóller. Cerca del final del camino, franqueamos una barrera y llegamos a un lugar conocido como el salt dels Cans, donde el torrente se despeña.

Cuenta la tradición que aquí se lanzaban los perros enfermos o viejos. El camino bordea el precipicio y recupera el torrente, que discurre a nuestra derecha. En el lecho del torrente existe un safareig. Un poco más arriba nace un camino que hacia la derecha sube a la cima del Cornador (1.009 m.) y al mirador de Xim Quesada. En lo alto también hay un refugio libre.

Las casas de l’Ofre

Concluido el camino del barranc de Biniaraix, giramos a la izquierda y se nos abre una nueva panorámica, dominada por las cercanas casas de l’Ofre, con el puntiagudo puig homónimo detrás (1.080 m.), similar a un cono volcánico.

Las casas de l’Ofre son el centro de una extensa possessió que tiene sus orígenes en una antigua alquería de la época musulmana denominada ‘Al Ofra’, que significa ‘la vall’. En realidad, las casas de l’Ofre son las casas nuevas, porque las antiguas casas de la possessió se encuentran a la derecha, en dirección a los Cornadors.

A poca distancia de las casas, en nuestra ruta, la cofradía del Sant Sudari de Sóller colocó una cruz en el año 2008. Desde la cruz, seguimos nuestro itinerario y cogemos un camino de carro que irá entrelazándose con el camino viejo, una antigua senda de herradura que recomendamos tomar siempre que podamos.

El camino viejo avanza, en ascenso, junto a un arroyo que ocupa el centro de la coma, en el que podremos encontrar la font de la Teula. La subida concluye en el coll de l’Ofre, presidido por otra cruz metálica, y donde efectuamos una parada para disfrutar de las vistas.

La font de l’Aritja

Desde el coll y con la mirada puesta en el embalse de Cúber, iniciamos el descenso. A los pocos metros se nos plantea una bifurcación. Podemos bajar por un viejo camino que nos sale por la izquierda y que se adentra en el bosque. O hacerlo por la pista, para conocer la font de l’Aritja, que presenta una pila alargada, bajo un marge de pared seca. A la altura de las casas de Binimorat, la pista se vuelve a encontrar con el viejo camino, al lado de un riachuelo que proviene de la fuente.

Las aisladas y montañeras casas de Binimorat se dedican al ganado vacuno y ovino. Por los alrededores se esparcen barracas de roter o de uso ganadero. “Las barracas bajas de Binimorat –escribió el Archiduque Luis Salvador–, hechas de piedras acopladas y recubiertas de paja o tejas, sirven de abrigo a los payeses cuando salen a labrar los campos o cuando, vigilando el ganado, se han de proteger de un aguacero”.

En verano, antiguamente, llegaban a estos terrenos rebaños procedentes del llano y del sur de la isla, en busca de agua y alimentos. Media hora después de partir de Binimorat, la pista pasa por al lado del refugio. Unos metros antes del refugio, se nos presenta un cruce. Se puede bordear el embalse de Cúber por cualquiera de sus dos lados.

Por el izquierdo, a través de un camino que discurre cerca de las frías aguas, o por la derecha, pasando por encima de la presa. El refugio de Cúber está gestionado por el Govern y tiene capacidad para 8 personas. Dispone de agua potable, leña, WC, chimenea, ocho literas, mesas y sillas. Está a 1,5 kilómetros de la carretera Ma-10, a la que llegaremos en unos veinte minutos, a la altura del kilómetro 34.

La antigua possessió de Cúber, cuyas casas están sumergidas bajo el agua del embalse, era una alquería musulmana que aparece en el Llibre del Repartiment con el nombre de Qulber. Desde el pla de Cúber se puede contemplar el puig Major (1.445 m.), la serra de Son Torrella, el puig de les Vinyes (1.105 m.), el puig de la Font (1.022 m.), el pico de Cúber (965 m.), la serra de la Rateta (1.084 m.), na Franquesa (1.067 m.) y el puig de l’Ofre (1.091 m.).

El embalse data de 1971, tiene una profundidad media de 21,5 m. y una capacidad de 4,6 hm. cúbicos. Abastece una parte importante de la demanda de agua de Palma y su gestión corre a cargo de Emaya. Se han introducido peces para la práctica de la pesca en agua dulce.

En la barrera de la carretera Sóller-Lluc hay un pequeño aparcamiento para vehículos. Sin traspasarla, podemos seguir junto a la reja, por la derecha, hasta que el área recreativa de la Font des Noguer, donde encontraremos mesas, bancos, barbacoas y la fuente.

Guía de excursionismo de Mallorca, por Gabriel Rodas.