Marc Nicolau Vilanova (Pollença, 1984). Diseñador de interiores, un tanto reservado y de una sensibilidad extrema, es amante de la gastronomía y de los pequeños detalles. Cuando a los 17 años empezó a estudiar interiorismo en Blau Escola de Disseny, descubrió a algunos profesores, como el arquitecto Pep Llobet, que serían determinantes en su etapa de formación. Actualmente, codirige el negocio familiar Estils i Formes, especializado en espacios culinarios. Una empresa referente en el sector, con más de 40 años de recorrido y pionera en la introducción de renovados sistemas de diseño, que desarrolla proyectos de cocinas elaboradas al gusto del cliente. Nicolau, además de su propia firma, también representa a la marca de cocinas alemana Bulthaup. Una de las claves para su crecimiento personal y profesional ha sido la pasión que supieron transmitirle sus padres, Joana y Nico: dos visionarios que, desde Pollença, han sabido crecer y expandirse sin abandonar la esencia de sus raíces.

Para comenzar a cocinar la entrevista era inevitable hacerle esta pregunta, ¿Inducción, vitrocerámica o gas?

Nuestro punto de vista sobre la elección de los elementos principales de la cocina no es nunca la imposición. Nos gusta guiar en cada una de las decisiones a nuestros clientes. Creemos que la cultura de cocinar, en cada hogar, es muy particular con sus costumbres y tradiciones. En todo caso, la vitrocerámica es el producto que en menor medida estamos trabajando actualmente. Su sustituto más próximo podría ser la inducción. Ya que su funcionamiento es más eficiente y la estética es la misma.  

¿Cómo definiría su estilo como interiorista?

Me gusta sentir la pureza de los espacios, la honradez en sus formas y la sutileza en las líneas que estoy proyectando. Aunque también es vital entender los conceptos generales de la vivienda, donde se van a ubicar los futuros diseños, y saber materializar el diseño creado por nuestros colaboradores. Como muchas veces lo hacemos junto a arquitectos, diseñadores o decoradores, nos gusta resolver los detalles y ordenar con lógica las funciones que se van a desarrollar dentro de la cocina. Un trabajo complejo, pero a la vez muy gratificante. 

¿Cuál es su filosofía de trabajo?

Evolucionar para seguir respondiendo a las exigencias del futuro. Diariamente nos preguntamos si la forma en que entendemos la cocina responde adecuadamente a los deseos y exigencias de la gente. Eso nos hace investigar e intentar mejorar nuestros diseños de manera constante. Hoy en día existen muchas soluciones, pero hay que saber elegir bien cada una de ellas. Nos gusta exigirnos cada día un poco más y así ir avanzando y ampliando conocimientos. 

¿Qué elementos nunca pueden faltar en una cocina?

Sobre todo, buena materia prima. Es esencial tanto para elaborar una buena receta como para el diseño de una buena cocina. Saber elegir los materiales y cada una de las piezas que forman la cocina es muy importante. También que el diseño no sea una moda, sino que resista lo mejor posible el paso del tiempo. Queremos que la cocina tenga su función, pero a la vez sea un espacio donde te sientas bien tanto solo o acompañado. Creemos en la cocina como espacio vital y en la importancia que tiene dentro de la vivienda. 

Teniendo en cuenta la importancia de Pollença en los orígenes de su negocio familiar, ¿Cómo han vivido la expansión, en Palma y Santa Ponça, de estos últimos años?

Pollença es nuestra base principal. Allí empieza todo. Mi hermana Magda es la encargada de dirigir ese grupo. Ella es también interiorista y nos ayudamos constantemente. Creo que hacemos un buen tándem. En Palma creamos una delegación para poder atender la alta demanda de clientes que venían expresamente a visitarnos desde fuera. Tener nuestra exposición en la Rambla, dentro de un edificio tan singular como es Can Pinós, ha sido determinante. En cuanto a Santa Ponça, desde hace tiempo hemos ido trabajando en numerosos proyectos en esa zona, y la idea de disponer de un pequeño satélite de la marca nos ha atraído. Es un edificio que se llama The Circle y nos permite establecer sinergias con otras empresas, al estar todos juntamente conectados. 

En su oficio, ¿Es relevante el trabajo en equipo? ¿O es su verdad (y nada más que su verdad) la que prevalece?

Uno de los pilares más importantes de nuestro negocio es el equipo. Sin ellos sería imposible poder alcanzar los objetivos. Estamos muy orgullosos y agradecidos por su esfuerzo constante. Mis padres siempre nos han enseñado, tanto a mi hermana Magda como a mí, a valorar e impulsar el trabajo en equipo. Es importante cuidarlo y motivarlo para que el trabajo se resuelva con la mayor eficiencia. Intentamos dar el máximo apoyo e ir sumando juntos.