Haz Haz extraordinario lo mediocre, si hay un mantra de estilo que recordar es éste. Porque la felicidad está en las pequeñas cosas: un aroma especial, una taza singular, una rama en un jarrón, una mesa vestida... Desde la lavandería hasta los estantes de la cocina, e incluso el pequeño cuarto de baño y sus accesorios, el flexo de la habitación de los niños o la regadera de la terraza, los cargadores de los móviles, los archivadores de papeles, cada superficie, objeto y pared de tu hogar debe sentirse especial, ser único, tener alma.

Por supuesto que se necesita un poco de creatividad y de reinvención, pero siempre hay un modo con el que transformar los elementos más funcionales en objetos que cuenten historias, dignos de ser exhibidos.

Espacios que calman la vista y relajan la mente, donde sentirse especial. Objetos para recordar y revivir una y otra vez, la sofisticación de lo único junto con el lujo de lo personal. Que tu casa sea el telón de fondo para las piezas importantes de tu vida.

Por lo tanto, si deseas que lo mundano sea significativo, te sugiero que empieces a renunciar al porta utensilios de acero inoxidable de tu cocina y lo cambies por un recipiente de cerámica artesana y lo llenes con cucharas de madera de acacia, que sustituyas también los accesorios de plástico de tu baño por recipientes de mármol elegantes y resistentes, que superarán la prueba del tiempo, siendo además, todas ellas, opciones mucho más sostenibles.

Sí, incluso las piezas más prácticas pueden ser bonitas y elegir cada una de ellas dedicando tiempo. Es primordial pensar no solo en su función sino también en su estética, para así obtener una calidad cálida, escultural, con grandes cantidades de pátina y personalidad.

Cada parte de tu hogar es una oportunidad para expresar, para crear espacios vividos, personales, que te definan, que evoquen la belleza de lo único, pero sobre todo que te hagan feliz…, y así convertir lo ordinario en extraordinario.