El celler Gramona ha elegido Mallorca para celebrar que llevan un siglo elaborando vino espumoso. Además de la isla mediterránea, tan solo llevan a cabo este festejo en Barcelona, tierra natal, y en Londres, donde siempre se ha apostado por su producto, al igual que en Mallorca.

La firma catalana, de Sant Sadurní d’Anoia, es una de las destacadas a nivel estatal e internacional, pero su esfuerzo para posicionarse no es fruto de un día. Así lo recuerda Xavier Gramona: «Hemos embotellado el tiempo de una manera elegante, pero los franceses no nos lo han puesto fácil porque han hecho creer que el vino y la gastronomía eran un invento suyo. Supuso una inflexión la cata a ciegas del mes de mayo de 1976, que especialistas realizaron con vinos franceses y vinos californianos en París, en la que ganaron por goleada los vinos americanos, y también han contribuido a cambiar de opinión los cocineros vascos y catalanes en los años 80, quienes empezaron a mostrar al mundo que la alta cocina podía ir más allá de las fronteras del estado galo».

Gramona también apunta que la elegancia de los vinos espumosos se ha atribuido a los franceses, quienes inventaron el método champenoise, pero actualmente hay más de 70 estados donde se elaboran vinos con esta técnica. «Existen 1.500 bodegas en el mundo que elaboran vinos de 10 años. Los citamos en Düsseldorf (Alemania), pero solo 22 acudieron al evento. Creo que no se atreven a acabar de demostrar que se puede cambiar el paradigma y elaborar vinos elegantes fuera de Francia -opina Xavier Gramona-, como pasaba en 1995, cuando en Madrid nos decían que hacíamos vinos viejos de los que no se podían hacer buenos espumosos, como en la Champaña, pero se equivocaban».

Para celebrar el centenario de elaboración de espumosos, una parte de la familia Gramona, Xavier y su hijo Leo, quinta y sexta generación, han visitado Mallorca y han compartido mesa con periodistas y especialistas en vino, una cita que ha contado con la colaboración de su distribuidor en la isla, Catavinos, y del chef Pau Navarro y su equipo del restaurante palmesano Clandestí.

‘Xarel·lo’: la uva con más antioxidantes

Una de las claves de sus vinos es la variedad xarel·lo. Es una uva que permite largas crianzas y de la que se ha descubierto, pese a ser blanca, que tiene más propiedades antioxidantes, incluso más que las tintas. La historia de Gramona empieza en 1850 con Josep Batlle, pero no fue hasta el 1921 que empezó a elaborar espumosos. «Fuimos el único productor de vinos en Europa por la crisis de la filoxera. Además, nuestros padres descubrieron en 1945 que no había stocks en Alemania ni en Francia para celebrar la paz por el fin de la Segunda Guerra Mundial. En Cataluña había mucho vino que no se pudo vender por culpa de la Guerra Civil, había vinos con más de 10 años. Los europeos vinieron a buscarlo y fue cuando mi padre, en 1950, hizo el primer vino de larga crianza, el Tres Lustros, que también fue el primero de estas características en el Estado español». Gramona comenta que ahora se ha vuelto a vivir una situación similar, ya que la gente quiere celebrar la vida después del tiempo de pandemia vivido, de manera que también se ha agotado el vino.

Xavier Gramona no siempre ha estado vinculado al vino, ya que siendo adolescente discutió con su padre y se marchó de casa. Volvió con 35 años, después de trabajar en la banca en Inglaterra y de descubrir que el detective Pepe Carvalho, de las novelas de Manuel Vázquez Montalbán, bebía III Lustros de Gramona. Su regreso fue para ponerse al frente de la bodega, dirigida actualmente por su primo Jaume y él, dos figuras que han sido clave para la revalorización de los espumosos de larga crianza que se elaboran fuera de Francia.