Tetra (cuatro en griego) y Tenis: Tetris. Así de sencillo se formó el nombre de uno de los videojuegos de lógica más populares. E igual de sencillo se intenta explicar en la película ‘Tetris’ de qué manera se gestó este juego revolucionario. El filme, disponible en la plataforma de Apple TV+, gira en torno a Henk Rogers, diseñador de videojuegos y empresario neerlandés que logró lo que parecía imposible: la distribución de Tetris en las consolas de videojuegos y la intermediación en el conflicto entre Nintendo y Atari para resolver el litigio en cuanto a la licencia del producto y que este pudiera consumirse en la innovadora Game Boy, la videoconsola portátil que supuso un antes y un después para los videojuegos.

Estamos en 1988. Rogers descubre el juego ideado dos años antes por Alekséi Pázhitnov, ingeniero informático del servicio de inteligencia soviético que aplicó sus conocimientos a los juegos de ordenador. La Perestroika empezaba a ser una realidad, pero Pázhitnov, pese a lo lucrativo de su invento, no obtuvo derechos de autor, que pasaron a ser de la Unión Soviética. No pudo empezar a beneficiarse económicamente del éxito del Tetris hasta 1996, cuando formó con Rogers la empresa The Tetris Company. Rogers fue clave. Tal y como se explica en las primeras secuencias de la película, no solo vio en el Tetris el entretenimiento más adictivo posible, sino que le pareció el videojuego perfecto y convenció a unos inversores para que le apoyaran.

Significó un hito para los primeros consumidores de esta nueva forma lúdica. Cierto que la firma Nintendo había dado en la diana unos años antes con el también exitoso ‘Super Mario Bros’, pero el Tetris era otra historia. Muy simple en apariencia: hacer caer piezas para rellenar unos huecos de la pantalla hasta obtener líneas que desaparecen de inmediato. Si se conseguían cuatro líneas, premio: habías obtenido un tetris. La técnica se fue haciendo algo más sofisticada, pero manteniéndose fiel a su esencia: esa adicción, en palabras de Rogers, que desbancó a los célebres Pac-Man (comecocos) y a los juegos de marcianitos popularizados en las máquinas ‘arcade’ de los salones recreativos. Rogers lo tuvo claro: el Tetris llegaría también a las máquinas recreativas y en forma de cartuchos de videojuego. La revuelta de la Game Boy estaba en marcha.

Geopolítica del videojuego

La película documenta la particular geopolítica de los videojuegos del momento, la creación de la Game Boy en las dependencias de Nintendo en Seattle –filmada casi como una epifanía–, la entrada en liza de la firma británica Mirrorsoft y una serie de tribulaciones más dignas de un relato de espionaje –en el estertor de la guerra fría– que acontecieron cuando todos empezaron a atisbar el enorme éxito que tendría el invento de Pázhitnov rentabilizado por Rogers.

Nacido en 1953, descendiente de una familia indonesia, desarrollador de la compañía Bullet-Proof Software en Japón y de Blue Planet Software en Hawai, casado con una japonesa, con la que tuvo tres hijos, Rogers había introducido en el mercado occidental el videojuego de rol ‘The black onyx’. En el filme lo interpreta Taron Egerton, actor galés –bien distinto físicamente al Rogers original: licencias de los ‘biopics’ no miméticos– a quien le gusta hacer de camaleón con personajes reales: en 2019 encarnó a Elton John en ‘Rocketman’. También el director de ‘Tetris’, Jon S. Baird, es proclive al género biográfico: su anterior largometraje, ‘El gordo y el flaco (Stan & Ollie)’ (2018), se centra en la gira inglesa de los populares cómicos Stan Laurel y Oliver Hardy, mientras que su miniserie ‘Stonehouse’ (2023) evoca al ministro del Partido Laborista británico John Stonehouse, que llegó a fingir su propia muerte en 1974.