La noche iba a ser larga, pero al menos por un motivo justo: de nuevo las veintitrés categorías de lo Premios Oscars, sin excepciones injustas, iban a ser televisadas en directo. Y había tramas que harían llevadera la madrugada, como saber si la discutida campaña de apoyo a la actriz Andrea Riseborough (por su papel en la poco vista 'To Leslie') acabaría en Oscar, o qué 'comeback' iba a ser recompensado y aplaudido rabiosamente, si el de Brendan Fraser, o el de Ke Huy Quan, o ambos. Pero la duda más importante: ¿tendría que marcarse algún placaje el equipo de crisis creado para evitar momentos tan incómodos como La Bofetada de Smith a Rock? Debajo, los mejores instantes que deparó finalmente la fiesta del cine.

1. El monólogo de Jimmy Kimmel

En la efectiva apertura de su tercer turno (tras 2017 y 2018) al frente de los Oscar, Kimmel entregó una sucesión de bromas no demasiado hirientes, con el punto justo de acidez, sobre la industria y sus talentos, estuvieran o no en el Dolby Theatre. Entre los que sí habían ido, Steven Spielberg, del que puso en duda su insistencia en decir que nunca se ha fumado un porro ("imposible que no estuviera fumado cuando hizo aquella película sobre un extraterrestre que no paraba de comer Reese's Pieces y no recuerda cómo llamar a casa"), o un gran colaborador del anterior como John Williams ("nominado 53 veces y solo ha ganado cinco; tampoco es gran cosa"). Entre los que no estaban, Tom Cruise y James Cameron: "Los dos tipos que insistieron en que fuéramos al cine ['theatre' en inglés] no han venido al Theatre". Al hablar del segundo aprovechó para lanzar al aire una duda razonable con reivindicación feminista incorporada: "¿Cómo puede ser que el tío que dirigió 'Avatar' no esté nominado? ¿Qué es, una mujer?". Pero quizá el momento más hiriente llegó con la necesaria alusión a la Bofetada: "Si algo impredecible o violento sucede durante esta ceremonia, simplemente haced lo mismo que el año pasado", dijo al público. "Nada. Quedaos ahí sentados y no haced nada".

2. Las lágrimas de Ke Huy Quan

Ariana DeBose empezó a llorar al (tratar de) leer el nombre del ganador a mejor actor secundario: Ke Huy Quan por su papel en 'Todo a la vez en todas partes'. Y el antiguo Tapón de 'Indiana Jones y el templo maldito' le siguió al recoger al premio, empezando su discurso entre sollozos. "Mi madre tiene 84 años y está viendo esto en casa. ¡Mamá, he ganado un Oscar!". En su épico 'speech' tuvo tiempo, además, para recordar sus orígenes como inmigrante y su paso por un campo de refugiados, o, detalle importante, dar las gracias al Gordi de 'Los Goonies' (Jeff Cohen, que ahora es su abogado en temas profesionales).

3. Reivindicación política vía 'Navalny'

Según fuentes de 'Variety', Volodímir Zelenski pidió unos minutos de intervención virtual en la gala y, por segundo año consecutivo, la Academia de Hollywood se los negó. Pero la oposición a Putin se sintió igualmente en la ceremonia: al recoger el Oscar a mejor largo documental por 'Navalny', el director Daniel Roher recordó que el protagonista de su película sigue en confinamiento solitario por oponerse a lo que ha llamado "injusta guerra de agresión contra Ucrania". Acto seguido, la propia esposa de Navalny, Yulia Navalnaya, se acercó al micro para ofrecer más palabras de resistencia: "Mi marido está en prisión solo por decir la verdad. Mi marido está en prisión solo por defender la democracia".

4. La canción de (y el Oscar para) 'RRR'

Tras los anodinos números musicales de 'Tell it like a woman' y 'Todo a la vez en todas partes' (con la actriz Stephanie Hsu reemplazando a Mitski), la interpretación electrizante del tema estrella de 'RRR' supo a gloria. Rahul Sipligunj y Kaala Bhairava sonaron perfectos en directo. Y los tirantes nunca han sido mejor herramienta de un bailarín, o de una docena de ellos, para ser precisos. Inmejorable forma de defender una canción que, "además de estar cantada en telugu y tener temas anticolonialistas, es un hitazo total", como dijo la presentadora Deepika Padukone. Un rato después, el cocompositor M. M. Keeravani agradecía el Oscar citando, con gusto supremo, a los Carpenters, e incluso atreviéndose a cantar 'Top of the world'.

5. Lady Gaga desenchufada

'Hold my hand' es su 'power ballad' para una producción del megalómano Jerry Bruckheimer, 'Top Gun: Maverick', pero Lady Gaga la revisó anoche en clave menor e íntima, menos arreglada para estadios que para un bar rock and roll. La apariencia iba a juego: cara lavada, pelo recogido en una trenza, camiseta negra y vaqueros rotos, en un giro bastante inesperado respecto a su glamurosa aparición en la 'beige carpet'.

6. Rihanna, 'realeza por derecho propio'

Así dio entrada Danai Gurira al icono pop después de rendir tributo ("gracias, rey") a Chadwick Boseman, el gran ausente de 'Black Panther: Wakanda forever'. Después de siete años sin pisar un escenario, Rihanna ha ofrecido dos actuaciones en menos de un mes: tras su glorioso 'halftime' en la última Super Bowl, esta noche la vimos interpretar el tema principal ('Lift me up') de la citada secuela de Marvel, una balada gris que RiRi pudo y supo convertir en algo quietamente majestuoso.

7. Cada palabra de Sarah Polley

"Antes que nada, quiero dar las gracias a la Academia por no asustarse al ver juntas las palabras 'women' y 'talking'", decía Sarah Polley al recoger su Oscar al mejor guion adaptado por, así es, 'Women talking' ('Ellas hablan'). Y el resto de su discurso, político y personal, emotivo e inteligente, además de conciso, estuvo a la altura. Lo más discordante llegó al final, cuando Polley tuvo que dejar el escenario al son de… el tema principal de 'Piratas del Caribe'.

8. La voz rota de Travolta

En su introducción al temido (por la inevitable emoción y también los inevitables olvidos) segmento 'In memoriam', John Travolta hizo una alusión a su desaparecida 'partenaire' en 'Grease', Olivia Newton-John, que le hizo quedarse sin voz y casi no poder continuar con su labor. Nudo en el estómago. Lenny Kravitz interpretó su 'Calling all angels' al piano durante el homenaje a los que se han ido, en el que esta vez se colaron los aplausos del público. Está claro: todos queríamos, o qué diablos, queremos a Angela Lansbury.

9. Daniel Kwan no pensaba parar

El codirector de 'Todo a la vez en todas partes' ya había ofrecido un discurso generoso y emocionante al recoger el Oscar a mejor guion original con su colega Daniel Scheinert, pero fue recogiendo el de mejor dirección cuando dio verdadera cuenta de sus poderes como orador. En unos pocos, veloces minutos que le hicieron quedarse casi sin aire ("no voy a parar", avisó), Kwan se reveló como el mejor, más comprensivo padre del mundo y nos recordó que todos guardamos algo especial en nuestro interior y que solo hace falta encontrar a quien sea capaz de revelarlo. En su caso, ese alguien fue su amigo Scheinert, quien presenciaba el espectáculo verbal de Kwan con ojos llorosos.

10. Michelle Yeoh tiene un Oscar

La propia Yeoh lo reconocía: era un "momento histórico". Porque puede costar creerlo, pero ella es la primera mujer asiática en recoger un Oscar a la mejor actriz en los 95 años de historia de estos premios, además de la primera persona malasia en ganar cualquier Oscar. La protagonista de 'Todo a la vez en todas partes' estuvo a la altura de las circunstancias y empleó sabiamente su discurso en combatir el edadismo ("chicas, nunca dejéis que os digan que se os ha pasado la hora") o lanzar un guiño necesario a la comunidad cinematográfica hongkonesa, desde la que se dio a conocer como actriz de acción. Ella solía y suele hacer sus escenas de riesgo, pero ¿se planteará por fin la Academia un Oscar para los especialistas? ¿Se lo acabará llevando Tom Cruise? ¿Estará presente para recogerlo?