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Entrevista

Jaime Lorente: "Yo aprendo, sobre todo, de la vida"

El actor protagoniza '42 segundos', una película en la que encarna a Pedro García Aguado

Jaime Lorente protagoniza '42 segundos'.

Jaime Lorente, el polifacético artista murciano, estrenó el pasado viernes en cines la película '42 segundos'. En este drama deportivo encarna a Pedro García Aguado, el protagonista del popular programa televisivo 'Hermano Mayor', que en las Olimpiadas de Barcelona ‘92 jugó en la selección española de waterpolo enfrentándose no solamente a sus adversarios, sino también a sus compañeros y, sobre todo, a sí mismo. El actor, en pleno rodaje de la serie 'Cristo y Rey', se presenta "muy emocionado por entrar en la semana del estreno y que salga la película".

¿Cómo ha sido materializar una historia real como la narrada en '42 segundos'?

Es un regalo poder contar a los demás lo que supuso uno de los mayores hitos del waterpolo para España y para los Juegos Olímpicos, además de contar también la historia de Pedro García Aguado y Manel Estiarte, que han estado muy cerca del proceso. Les hemos podido conocer personalmente y le han puesto mucho cariño. Todo el proyecto es un regalo y poder disfrutarlo con un equipo de rodaje tan bonito como el que conforma la película es algo muy difícil de encontrar.

¿Cambia mucho la creación del personaje dependiendo de si es real o ficticio?

Bueno, depende. En este caso, quiero encontrar un equilibrio entre las características determinantes para contar la historia del personaje casi real, pero también estar abierto a la ficción. Al final, cuando uno pasa el filtro de llevar la realidad a la ficción quiere convertir la cosa en interesante y ahondar en las posibilidades, incluso cambiar una serie de cosas para que sea creíble. Es como ir haciendo malabares.

¿Ha visto Aguado la película?

Sí, vio la película. No tuve la suerte de estar en el pase en el que la vio, pero me mandó un mensaje precioso. Salió súper emocionado, muy contento, y eso para mí ya es muchísimo.

¿Practicasteis mucho waterpolo antes del rodaje?

Hombre, claro, es que es una película de waterpolo, y para las escenas deportivas hemos tenido que entrenar mucho; mucho waterpolo, muchísimo. Es un deporte muy exigente.

El personaje de Aguado tiene una actitud macarrilla, pero con mucho encanto, ¿eres parecido a él en ese sentido?

Tampoco creo que el personaje sea muy macarrilla, y yo... pues soy un tipo bastante normal.

La película aborda la temática de la drogodependencia, ¿qué opinas sobre la representación de las drogas en la ficción?

Bueno, no tengo tampoco una opinión. Depende de la película, depende de cómo se cuente. Hay muchas películas y muchos géneros que tocan el tema de las drogas. Prefiero que me preguntes sobre una película específica, pero me parece bien que se hable sobre ellas porque son una realidad.

En ‘42 segundos’.

Era algo fundamental, tanto en la historia de la película como en la de mi personaje, y había que contarlo, había que abrir ese túnel de mierda.

¿Y en tus canciones?

Bueno, en mis canciones no digo nada de forma literal, lo dejo al libre entendimiento.

Tras dos años en el trap, ¿qué prefieres, un escenario musical o uno teatral?

No tengo preferencia. Son dos cosas muy diferentes. Amo ambas cosas y creo que son compatibles.

¿Cuál es tu proceso creativo musical?

Creo desde la improvisación, es lo que más me funciona.

¿Qué tal en el Arenal?

Muy divertido, me lo pasé en grande y tuve muy buena acogida.

Estudiaste en la ESAD de Murcia. ¿Qué opinas sobre que los estudios de interpretación sigan sin considerarse grados universitarios oficiales?

Bueno, no sé qué decirte. Deberían serlo, pero no estoy muy informado sobre ello. Prefiero no meterme en esos temas.

Trabajaste con artistas como Javier Bardem, Penélope Cruz o Ricardo Darín en Todos lo saben, del iraní Asghar Farhadi. ¿Qué aprendiste de la experiencia?

Yo aprendo de la vida, sobre todo. Es una suerte enorme poder trabajar con compañeros y compañeras tan grandes y es una experiencia inolvidable trabajar con un director de esa categoría. Aprendí lo que me han enseñado mis maestros: amor al oficio y respeto hacia el trabajo.

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