El otro día hablábamos sobre que todo vuelve, incluso en el sector trail. Yamaha inventó el concepto trail con su mítica XT 500, que, convenientemente preparada, ganó las primeras ediciones del Dakar. Anda que no ha llovido, incluso en el desierto del Ténéré. Así que, evolucionando aquel imbatible monocilíndrico, surge el bicilíndrico actual, con el cubicaje subido a 690 cc, 72,4 CV y tecnología del siglo XXI, reivindicando el topónimo africano que marcó aquellas máquinas.

Personalmente, tengo la Ténéré en el corazón. Después de muchos años de moto de carretera, allá por el 88 y gracias a las malas compañías, probé mi primera trail, una castigada Honda 125 pillada en un rentacar. Al cabo de una semana salía de Motos del Barrio con mi Yamaha Ténéré XT600Z, una oferta irrezachable con la que empecé a descubrir las maravillas del offroad en una Mallorca con menos asfalto y barreras que ahora. Las malas compañías siguieron influyendo hasta sacarme la licencia de enduro y eso ya no tuvo vuelta atrás. Alguna visita a clínicas sí, pero sin vuelta atrás…

Con todo eso en la cabeza me dirijo a recoger la Ténéré 700 de pruebas prometida por Lluís Salom, y ahí estaba, sobre la pata de cabra, con su evocador azul Gauloises provocando… Tuve una regresión, aunque soy fácil teniendo regresiones, y más con tanto material memorable detrás.

"¿Algo que explicar? Nada, todo simple, le das aquí y arranca. Ya lleva gasolina" Fantástica, sencilla, alta para no pegar en las trialeras, ligera para manejar en curvas, protegida con esa cúpula alta, de rally… ¿Y esa pantalla digital en vertical, como un road book? ¿Tiene modos de conducción? ¿Sistema de tracción? ¿Mapeado selectivo:? Naaada, todo simple: metes marcha y das gas. ¡Menos electrónica para romper! Bueno, hasta el embrague le sobra, lleva quickshifter, eso sí. Nunca me acuerdo del cambio semiautomático, aunque lo pruebas y te acostumbras. La vieja escuela te obliga a tirar de embrague, por si acaso.

Al monte y por carreteras estrechas, me recuerda cuando realmente aprendí a ir en moto, con mi primera Ténéré, con la postura erguida y esos manillares anchos de buena palanca, que te invitan a tumbar en las curvas con más decisión que con una de carretera. ¡Qué gran escuela son las trail, cuanta diversión! Y qué fino va el bicilíndrico, tomado de sus colegas la MT07 o la Tracer 700.

Ya veo la curva que buscaba, de donde sale una lengua marrón, y ahí nos metemos, puño retorcido y desactivando el ABS para controlar mejor el derrapaje. Qué finura, que bien ronca el motor. Está pensada para el campo, con sus llantas de radios 21/18, aunque, cuidadín, que lleva unos Pirelli Scorpion de tacos 50/50.

Vale, los puristas exigirán mejores suspensiones, mejor frenada, amortiguador de dirección, un par de ayudas electrónicas más… como otras colegas del sector trail de media cilindrada. Pero añadiendo eso, también nos subimos a los precios de esas alternativas.

Esta es una máquina muy equilibrada, divertida y que funciona perfectamente en campo y en asfalto.

Recuerdo haber visto en YouTube una comparativa entre esta Ténéré 700 y la versión como la mía del 86, la Ténéré XT600Z. De entrada todo era admiración para el modelo clásico, conservando muy bien su carga de pasión y nostalgia. Ambas motos compartían ruta hasta que los pilotos intercambian las máquinas… El orgulloso propietario del viejo hierro da un viaje en el tiempo y regresa al futuro con la nueva Ténéré 700. ¡Anda que no han cambiado cosas, y no sólo en el propio piloto! En sólo 37 años ha cambiado todo un mundo. Le costó bastantes kilómetros resignarse a recuperar su antiguo amor. Y es que las clásicas son maravillosas, aparcadas, pero las motos actuales van como dios.

Precisamente, cuando la devolví, estaba ahí, esperándome, mi Yamaha XT500 del 81, el origen de la saga. Un precioso hierro (y aluminio) que me tuvo más de 10 minutos dándole patadas para arrancar. A punto estuve de negociarla como venerable entrada para la jóven Ténéré 700.

Pruébala y me cuentas. Para detalles técnicos más serios, en la web: www.yamaha-motor.eu

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Yamaha Ténéré 700, un regreso al futuro total Rafa Vaquer

La ruta del día

Interesante mototurismo de interior propuesto por la asociación Ángeles Guardianes APM.

Mientras ultiman la Ruta de los 5 Faros que tendrá lugar los días 22 y 23 de abril, recorriendo en dos días los 5 faros más emblemáticos de Mallorca, la Asociación Motera Ángeles Guardianes nos ofrece una ruta para el fin de semana.

Ángeles Guardianes APM propone la ruta del día. Ángeles Guardianes APM

La salida es en el polígono Son Castelló, y serpentea por el Raiguer para finalizar en Can Picafort, donde encontraremos seguro una amplia oferta gastronómica. La selección de rutas secundarias, ideales para esta época del año, sale dirección a Sineu y se desvía por Sonarossa, Sencelles, Biniagual, Lloseta, Biniamar, Mancor, Binibona, Moscari, Campanet y sa Pobla, descubriendo lugares que seguro que desconoces.

Ángeles Guardianes APM es la asociación de policías motoristas de ámbito nacional, creada el año 1999 y con grupos en 28 provincias. El grupo de Mallorca está coordinado por José SantosÁngeles Guardianes APM organiza encuentros y salidas, tanto locales como nacionales o internacionales, así como otras actividades moteras. Puedes informarte en su web: www.angelesguardianesapm.com

Para contactos con su grupo en Mallorca: angelesguardianesmallorca@hotmail.com

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