Los caminos del fútbol son imposibles de predecir: que se lo pregunten a Louis van Gaal, que ya rozaba con los dedos la gloria de clasificar a Holanda para la final de un Mundial (2014) cuando se estrelló con un portero al que había llevado a Europa siete años antes.

“Esto duele, especialmente porque fui yo quien le enseñó a parar penaltis”, dijo Van Gaal después de que Holanda cayese eliminada en la tanda de penaltis de la semifinal que le enfrentó a Argentina, en el Arena Corinthians de Sao Paulo el 9 de julio de 2014. 

El seleccionador holandés se refería a Sergio Romero, el portero de la selección argentina, que había detenido dos penaltis (a lanzamientos de Vlaar y Sneijder) y había clasificado a su selección para la final.

De Avellaneda a Alkmaar

No le faltaba razón a Van Gaal: había sido él quien descubrió el talento de Romero, siete años atrás. Lo fichó del Racing de Avellaneda para incorporarlo al AZ Alkmaar, equipo con el que ambos ganarían la Liga holandesa. 

Romero tenía 20 años y aunque había ganado el Mundial juvenil de 2007, no era muy conocido en Europa. En el curso 2007-08, Romero jugó poco a las órdenes de Van Gaal, pero la temporada siguiente (2008-09) supuso su explosión: el AZ Alkmaar ganó la segunda Liga de su historia y Romero solo encajó 22 goles en 34 partidos. Dejó su portería a cero en 18 partidos. 

Los caminos de Romero y Van Gaal se separaron en 2009: el técnico se fue al Bayern y el portero argentino firmaría en 2011 por la Sampdoria. 

Cuando Argentina eliminó a Holanda en las semifinales de Brasil’14, Romero tuvo palabras de elogio hacia Van Gaal. 

Un jugador agradecido

“Quiero dar las gracias a Louis porque me ayudó cuando llegué a Holanda. Me fui a un país en el que no entendía ni una palabra, y él me ayudó. Le estoy agradecido por todo lo que hizo por mí. Sé que él dijo que me ha había ayudado a parar penaltis. La verdad es que él enseña mucho a los jugadores, les ayuda a crecer y les presta mucha atención”.

Lejos de guardarle rencor por haberle dejado fuera de la final de un Mundial, Van Gaal volvió a llamar a Romero poco después: en el verano de 2015, el entrenador neerlandés dirigía al Manchester United, y dando por hecho que De Gea se iría al Madrid, fichó a Romero.

De Gea no firmó por el Madrid (ese fax llegó fuera de tiempo) y Romero no jugó demasiados partidos a las órdenes de Van Gaal en el United.