Leo Messi se dejó llevar por la euforia más absoluta y no hubo protocolo que lo frenase. Aunque estaba obligado a comparecer ante la prensa de todo el mundo tras ser declarado MVP de la final del Mundial ante Francia, Messi se marchó a la carrera al igual que el resto de sus compañeros y se subió al autobús sin cumplir antes con este compromiso.

La alegría del argentino era tan grande que no le importó saltarse de uno de los actos más importantes de la FIFA posteriores a los partidos. Centenares de periodistas de todo el planeta lo estaban esperando, pero Messi se ausentó.

Te puede interesar:

Un oficial de la FIFA, con rostro serio y contrariado, se sentó en el pupitre y comunicó que "desafortunadamente, Leo Messi, el mejor jugador del partido, no ofrecerá rueda de prensa".

Antes, Lionel Scaloni sí que había comparecido y hablado extensamente ante los medios de comunicación.