Las facultades psicofísicas de un conductor son clave para garantizar la seguridad vial. Por ello, antes de obtener el permiso de conducir, es obligatorio superar un reconocimiento médico en un centro especializado. Pero, ¿qué pasa si has aprobado el reconocimiento médico y tiempo después has cogido una baja por enfermedad? ¿Puedes seguir conduciendo estando de baja? Si te encuentras en esa situación y aplicas el sentido común, no conducirás si tu estado psicofísico te imposibilita hacerlo.

Además, recuerda que el Reglamento General de Circulación indica en sus artículos 17 y 18 que "los conductores deberán estar en todo momento en condiciones de controlar sus vehículos y mantener su propia libertad de movimientos para garantizar su propia seguridad, la del resto de ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía".

Está claro que si tu baja laboral se debe a una pierna o brazo roto, no vas a poder conducir. No obstante, ¿sucede lo mismo con otras enfermedades como la ansiedad, cervicalgia o lumbalgia? Si alguna vez te lo has peguntado o padeces una de esas enfermedades, a continuación resolvemos todas tus dudas.

Conducir con baja por ansiedad

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ansiedad es uno de los trastornos mentales más comunes, pues afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo. Esta enfermedad tan silenciosa y molesta se presenta como un estado de agitación, inquietud o angustia que tiene como síntomas el mareo, la sudoración excesiva o la taquicardiamareo, entre otros.

Una persona que está de baja por ansiedad no puede conducir. Asimismo, necesita el informe favorable de un psicólogo o psiquiatra para poder renovar o sacarse el carnet, ya que con ansiedad es muy habitual que la atención en la conducción disminuya. Además, si el paciente toma algún medicamento para tratar la enfermedad, hay que fijarse si en la caja aparece el pictograma que indica que no se puede coger el coche durante el tratamientopictograma que indica que no se puede coger el coche durante el tratamiento.

Conducir con baja por cervicalgia

La cervicalgia consiste en un cuadro de dolor intenso en el cuello que puede irradiarse hasta la cabeza y la espalda. Esta molestia es más común de lo que parece y, generalmente, aparece por una mala postura o un mal movimiento. Rigidez, mareos, náuseas, cefaleas, fiebre y vómitos son los principales síntomas de la cervicalgia.

Como ves, todos los síntomas son muy molestos y peligrosos para la conducción. Por ello, una persona que está de baja por cervicalgia no puede coger el coche hasta que su médico se lo indique.

Conducir con baja por lumbalgia

El lumbago es un dolor muy fuerte que aparece en la parte baja de la espalda por una lesión de los músculos y ligamentos. Esta enfermedad produce un dolor tan intenso que puede limitar la capacidad de conducir, puesto que cualquier movimiento, por pequeño que sea, es muy molesto y puede hacer que el conductor pierda la atención en la carretera. En los casos más graves, la lumbalgia puede provocar hormigueo, hiperestesia o parálisis.

Esta enfermedad suele tratarse con analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares, por lo que es totalmente incompatible con la conducción.

Recuerda que conducir un vehículo estando de baja puede salirte muy caro (hasta 6.000 euros de multa) si la enfermedad no es compatible con la conducción. También ten en cuenta que algunas compañías de seguros de coche no cubren los daños generados en un accidente de tráfico si el conductor está de baja, así que lee bien tu póliza del seguro y no te la juegues.