Con el otoño llega el frío y la humedad, dos elementos que afectan notablemente a la efectividad de los neumáticos. Cada estación del año tiene unas características determinadas, por lo que con cada cambio de tiempo hemos de revisar las ruedas de nuestro coche. A continuación te damos una serie de consejos para que tus neumáticos sigan funcionando de forma correcta y segura en otoño.

PRESIÓN DEL NEUMÁTICO

La presión de las ruedas del coche no debe ser ni muy elevada, pues se acorta su vida útil, ni muy baja, ya que se sobrecalientan y se desgastan antes, además de elevar el consumo de carburante. Lo recomendable es poner la presión que indica el fabricante, aunque en otoño puede ser algo más alta debido a que las bajas temperaturas deshinchan los neumáticos con más facilidad.

PROFUNIDAD DEL DIBUJO

Lo habitual es que la profundidad del dibujo de la banda de rodadrura de las ruedas sea superior a 1,6 milímetros para garantizar la adherencia, aunque en invierno debe aumentarse a 3 mm para mejorar el drenaje del agua, y de este modo optimizar tanto la distancia de frenado y la adherencia cuando se rueda sobre mojado.

EQUILIBRADO DEL NAUMÁTICO

Cuando el volante vibra (especialmente entre 90 y 110 km/h) puede significar que los neumático están mal equilibrados. Si es así no estarán trabajando de forma correcta, lo que puede provocar un accidente si nos encontramos con un tramo mojado, o con hojas húmedas en la calzada.

ALINEACIÓN DE LAS RUEDAS

Como nos recuerda la cadena de Talleres Confortauto Hankook Masters, unos neumáticos desalineados son el resultado de piezas de suspensión desgastadas o dañadas. No es algo que se aprecie a simple vista, pero una de las señales que podemos percibir es el desgaste desigual en la banda de rodarura. Unos neumáticos mal alineados impiden un correcto agarre al firme, lo que es especialmente peligroso en invierno.

DAÑOS EN LA GOMA DEL NEUMÁTICO

Si encontramos bultos, cortes, roces o grietas en los laterales del neumático deberemos de cambiarlo de inmediato. Pero hay que recordar que nunca se debe cambiar una sola rueda, así que al menos deberemos sustituir las de un mismo eje. Y si sólo se cambian dos ruedas, ¿van delante o detrás?

OJO CON LAS VÁLVULAS Y LOS TAPONES DE LAS RUEDAS

Finalmente tendremos que fijarnos en un elemento pequeño y que suele pasar desapercibido, si bien es de vital importancia. Las válvulas son las responsables de mantener la hermeticidad de los neumáticos al contener la presión de aire en la unión del neumático con la llanta, por tanto, son un componente fundamental. Estos pequeños elementos sufren un esfuerzo muy severo durante su vida. Ante la duda de mala estanquidad de la válvula, ésta se debe cambiar completamente. Ten presente que es mejor y más barato cambiar una válvula que un neumático que se queda sin presión por culpa de ésta. Y no nos olvidemos deltapón de la válvula, ya que la protege del polvo y la suciedad, ayudándonos a prolongar la vida útil del neumático.