ZONAS DE BAJAS EMISIONES

¿Tu coche es muy antiguo? Así es como puedes conseguir la etiqueta ECO de la DGT

Es un truco algo costoso en un inicio pero, a la larga, vale la pena

Etiqueta ECO de la DGT

Etiqueta ECO de la DGT

La Ley de Cambio Climático y Transición Energética obliga a los municipios de más de 50.000 habitantes a establecer áreas con restricciones de tráfico para mejorar la calidad del aire. Esta medida, que afecta a multitud de conductores, aún no ha entrado en vigor en todas las ciudades afectadas, por lo que aún no existen estas limitaciones en muchas zonas de España.

Sin embargo, estas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) supondrán la inmovilización del 32% de los vehículos al no cumplir con los requisitos de la DGT para llevar un distintivo medioambiental. Si tu vehículo es uno de los restringidos, hay una forma de poder conseguir el distintivo ECO.

Para los todos los coches de gasolina que estén matriculados a partir de 2006 y cumplan con a norma Euro 4 existe un truco para poder adaptar su coche y que sea apto para la circulación por toda la ciudad.

La idea es transformar el vehículo mediante la conversión a GLP, una de las “alternativas de movilidad de transición más efectivas a día de hoy” según la Asociación de Transformadores de Vehículos (Astrave). A pesar de que este gas licuado del petróleo no es la opción más sostenible, sí es la más económica porque, a pesar de la subida generalizada de los precios, suele tener un precio la mitad de barato que la gasolina o el diésel.

Eso sí, esta conversión no es recomendable en vehículos diesel porque la transformación es más cara y es difícil que el ahorro compense la conversión. En el caso de querer hacerlo, el coche debe cumplir la norma Euro 6 para poder hacerlo.

Según explica el Real Automóvil Club de España (RACE), la instalación en un coche de gasolina supone entre 1.500 y 3.000 euros de gasto dependiendo del vehículo. Se calcula que la inversión se amortizaría entre los 30.000 y 50.000 kilómetros.

El proceso consta de instalar un depósito de gas, un circuito, una centralita electrónica y un control con el que se puede decidir qué tipo de carburante se utiliza. Seguidamente, hay que superar la homologación en un laboratorio certificado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y con el informe que realizan hay que acudir a la ITV para recoger la Tarjeta de inspección Técnica. Por último, hay que cambiar los datos técnicos en el registro de Tráfico.