Si ya han pasado cuatro años desde que la primera matriculación de tu coche, es el momento de pasar por una de las revisiones más importantes: la Inspección Técnica de Vehículos (ITV).

Este no es el único supuesto, ya que todo vehículo debe pasarla cada año, a no ser que tenga menos de diez años, que es cada dos.

Este examen tiene como objetivo asegurarse de que los coches cumplen las condiciones mínimas de seguridad para minimizar el riesgo de accidentes por causas técnicas y para contribuir a la protección del medio ambiente.

En el caso de los coches eléctricos existen algunas diferencias:

¿Cada cuánto hay que pasar la ITV de un coche eléctrico?

A día de hoy, no existe una normativa especial para la revisión de estos vehículos, aunque la DGT se está planteando modificar la ITV para adaptarla.

Por lo tanto, la compra de un coche eléctrico, por el momento, no supondrá ningún tipo de diferencia en cuanto a los plazos de la prueba.

Sin embargo, al no haber emisiones de gases ni de ruidos, no tienen que pasar estas pruebas.

¿Qué puntos se revisan?

Los puntos a comprobar, en el caso de los coches eléctricos, son exactamente iguales que un vehículo de combustión; sin embargo, se modifica la prueba de motor y transmisión, ya que carece de embrague y caja de cambios. En este caso, en la medida de lo posible, se examinan los circuitos de cableado y el estado de la batería.

Tampoco se someten a emisiones de revisiones de ruidos, pero, en el caso de que el coche eléctrico tenga dedicación profesional, se examinarán también elementos especiales como tacógrafos, limitadores de velocidad o posibles reformas.

¿Cuánto cuesta la revisión para los coches eléctricos?

El precio de la inspección cambia en función de las Comunidades Autónomas, entre las que hay hasta un 167% de diferencia.

Las estaciones de servicio tienen la libertad de fijar los precios, aunque lo habitual es que ronde los 25-30 euros, más baratas que las inspecciones de vehículos de combustión.