Recibe el Premio Diario de Mallorca en el ámbito de la cultura. ¿Qué significa este galardón para usted?

Para mí es un honor y un sueño. Primero porque me lo dan en mi tierra y segundo porque soy lector y suscriptor familiar desde hace muchísimos años. Me ha acompañado durante todo este viaje vital y cultural. Mucha de la cultura que conozco la he descubierto gracias al diario. Recibir este premio me hace tanta ilusión como la primera vez que salió una entrevista mía en el diario hace 7 u 8 años.

El Alàntida Film Fest fue un éxito. ¿Qué valoración hace de esta edición?

Ha significado un punto y aparte. Creo que es la edición en la que nos marcamos más retos a nivel de estructura, programación e invitados. Además, se ha hecho durante la pandemia. Conseguimos todos los objetivos que teníamos y estamos en un proceso de mejora para aprender de todo aquello que deberíamos cambiar. También tenemos que convencer a las instituciones para que el Atlàntida no sea una aventura incierta cada año y se convierta en un proceso definido.

¿Para qué sirve un festival?

En primer lugar, para descubrir nuevos autores y nuevas cinematografías. En segundo lugar, para encontrarse o reencontrarse con estrellas que admiras o que no conocías. En tercer lugar, coincidir con otros creadores y personas de la industria para buscar proyectos. Además, es una buena oportunidad para los medios y los críticos de cine porque son espacios en los que reflexionar sobre el estado del cine y las películas. Ahora todo va muy rápido. Nos preocupamos mucho por las cifras y poco por el arte. Los festivales deben invitar a pensar sobre el arte.

Llevan años ofreciendo un modelo híbrido que combina la modalidad online con la presencial. ¿Este es el futuro de los festivales?

Llevamos seis años haciéndolo así. Tengo claro que será el presente y el futuro de los festivales. Tiene muchísimas ventajas, como poder disfrutar de las películas sin tener que estar presente. Si eres de Mallorca y el festival está en Barcelona, puedes verlo online y así disfrutar también de la experiencia. O la gente que vive en Menorca y quiere vivir el Atlàntida. Nos tenemos que preguntar cómo podemos llegar al público en lugar de pensar que el que está en la sala es suficiente. El cine es demasiado caro como para prescindir de los espectadores.

¿Fimin es su proyecto vital?

Sin duda. No sé cuánto durará ni cuánto estaré, pero sí tengo seguro que es la culminación de un viaje que empezó con el cineclub de mi padre hasta ahora. Esta travesía ha tenido la otra gran recompensa que ha sido el Atlàntida Film Fest. Me ha permitido reencontrarme con Mallorca y da más sentido aún al proyecto que empecé con Filmin.

¿Cuál es el secreto del éxito para que la plataforma siga creciendo cada vez más?

Diría que escuchamos a nuestros suscriptores y estamos todo el día pensando en cómo mejorar la plataforma. Aprendemos de nuestros errores y tratamos de ser dinámicos. Además, tenemos la confianza para poder hacer cosas más irrelevantes que quizás otros no se pueden permitir. Siempre hemos apostado por ampliar el público y tener un catálogo diverso.

¿El debate sobre la convivencia entre salas y plataformas sigue teniendo sentido?

No sé si lo ha llegado a tener en algún momento. Las plataformas están generando muchos recursos y, en nuestro caso, también estrenamos en salas. El ventre del mar de Agustí Villaronga la distribuimos nosotros en los cines. Decidimos estrenarla en salas antes que en Filmin. Tenemos que trabajar juntos para conseguir que haya más gente viendo películas y pague por ellas. Debemos olvidarnos de la competencia y pensar que hay obras que llegan a salas de cine que solo se estrenan en las grandes ciudades. La gente de otros lugares también debe tener la oportunidad de verla. Con las plataformas sí que pueden verla sin problemas.

Presentan Doctor Portuondo, la primera serie creada por Filmin. ¿Un hito histórico?

Totalmente. Estamos acostumbrados a ver series originales de las grandes plataformas y puede parecer que nosotros seguimos esa senda. La realidad es que somos la primera plataforma independiente de Europa que produce una serie propia. Esto tiene que valorarse y hay que agradecérselo a todos los que lo han hecho posible. Sobre todo a los que renuevan su suscripción y nos aportan recursos para seguir apostando por ideas como esta. Estrenar una serie es otro de los momentos que nunca me podría haber imaginado.