Los conductores de los autocares han denunciado las dificultades que tienen que superar para poder llegar hasta sa Calobra a través de la única carretera. Y estas dificultades se deben a la presencia masiva, en las últimas semanas, de centenares de ciclistas extranjeros, que están entrenando por las distintas carreteras de la isla. El tramo viario de acceso a esta emblemática zona se ha convertido en uno de los más peligrosos, según advierten los profesionales de la conducción, debido a que en cualquier momento les puede adelantar, o atravesar por delante, un ciclista en la bajada, ya que casi ninguno de ellos respeta las señales de precaución.

Habitualmente, estos profesionales del volante consiguen llegar a sa Calobra en unos 25 minutos. Sin embargo, en estas fechas y debido sobre todo a la presencia de tantos ciclistas, tardan alrededor de una hora y media. El autocar tiene que circular a una velocidad mucho más lenta de lo habitual, ya que la presencia de ciclistas no les permite pisar el acelerador. Esta carretera, además de sus tramos curvos, se caracteriza por ser muy estrecha y ello dificulta los adelantamientos. Los vehículos de transporte de pasajeros sufren especialmente esta situación y muchas veces no les queda más remedio que circular a la misma velocidad que está marcando el ciclista que va delante del autocar.

La Asociación ACTUA, que representa a este colectivo, considera que las autoridades deberían adoptar medidas urgentes y controlar mucho más a estos ciclistas extranjeros.