La Guía Michelin ha elegido los mejores hoteles de España y de Mallorca y los ha distinguido con una, dos o tres Llaves Michelin, una distinción que pretende ser a los establecimientos hoteleros lo que sus famosas Estrellas son cada año para los restaurantes.
Se trata, según la prestigiosa guía francesa, de hoteles que contribuyen significativamente a la experiencia del viajero, y cada uno ha sido examinado y considerado excelente en cinco categorías: arquitectura y diseño de interiores, calidad y coherencia del servicio, personalidad y carácter general, relación calidad-precio y contribución significativa a la experiencia del huésped en un entorno concreto.
La Guía Michelin ha distinguido en su primera edición a un total de 18 hoteles de Mallorca, cuatro de ellos con dos Llaves Michelin y otros 14 con una Llave Michelín. Subrayando, además, que cuatro de estos hoteles abiertos en Mallorca cuentan ahora con Estrellas Michelin y también con Llaves Michelin. Estos son los 18 hoteles de Mallorca distinguidos Llaves Michelín y sus rasgos más destacados que han llamado la atención de la Guía Michelin, cuya publicación ya ha escogido cinco mil establecimientos turísticos en el mundo.
Hotel Cap Rocat, en Cala Blava. Dos Llaves
El Cap Rocat no es una fortificación de la época feudal, sino una base militar desmantelada, del siglo XIX con unas murallas que no hace mucho estaban vigiladas por soldados. El fruto del exhaustivo trabajo arquitectónico de Antonio Obrador es, además de un hotel boutique con una personalidad única, una parcela que antes era una suerte de tabula rasa y ahora resulta idónea para pasear y contemplar la inmensidad del Mediterráneo. Las antiguas habitaciones, prácticas y cuadradas, se han transformado, con la ayuda de unos detalles y unas texturas bien elegidos, en unas suites lujosas y contemporáneas de líneas bien definidas. Las instalaciones son de alta tecnología, si bien desprovistas de ostentosidad, y el diseño irradia una sobriedad admirable. Como es lógico en España, la cocina, elaborada con ingredientes frescos de la zona, es uno de los platos fuertes del hotel, pero el principal atractivo del Cap Rocat probablemente radique en la posibilidad de apostarse en cualquier rincón y contemplar la bahía de Palma.
Hotel La Residencia, en Deià. Dos Llaves
Según destaca la Guía Michelín, Deià tuvo cierta importancia literaria en el pasado, ya que fue un imán para los escritores. Belmond La Residencia ha atraído a un público algo distinto, quizás más fotogénico, sobre todo desde los 90, cuando fue propiedad de Richard Branson. Esa época ha terminado y ahora el hotel está en manos del experto grupo Belmond, Las habitaciones son espaciosas, con paredes encaladas y techos con vigas, decoradas de forma individual y provistas de suntuosos muebles tradicionales mallorquines. Muchas de ellas tienen vistas al pueblo de Deià y a las montañas que rodean el hotel. Además, algunas de las suites cuentan con piscina y terraza privadas con vistas de 360 grados. El Olivo es uno de los restaurantes más elegantes de la isla, se encuentra en una almazara con 500 años de antigüedad y ofrece un excelente menú mallorquín acompañado de una lista extraordinaria de vinos. Para el que le interese la oferta deportiva, el hotel cuenta con clases de tenis, un gimnasio, bicicletas de montaña e incluso los servicios de una persona para salir a correr en compañía.
Hotel Can Cera, en Palma. Dos Llaves
Según la Guía Michelin, si quitas el arte contemporáneo, las sábanas de algodón egipcio, las pantallas de la pared y los albornoces de rizo de los baños, podrás ver fácilmente el verdadero atractivo de esta lujosa casa tradicional mallorquina. Al llegar a Can Cera y pasar bajo su arco de piedra antigua para entrar en su frondoso patio central, te adentrarás en un oasis increíblemente acogedor dentro del elegante enclave mediterráneo del centro histórico amurallado de Palma. Más adentro, tras subir unas escaleras de mármol, te espera una serie de cómodos salones, llenos de acogedores recovecos que te invitan a descansar antes de seguir hasta una de las 12 habitaciones del hotel. Al pasar de la calle al patio y de los espacios comunes a la habitación, parecerá que te deslizas hacia un estado de placer cada vez mayor o, por decirlo de otro modo, que vives como un antiguo aristócrata, detalla la publicación.
Hotel Can Ferrereta, en Santanyí. Dos Llaves.
El hotel Can Ferrereta, de los mismos propietarios que el espectacular Sant Francesc Hotel Singular de Palma, opta por instalarse en un paraje natural con idénticos resultados. Como su homólogo palmesano, el Can Ferrereta ocupa un edificio con historia, en este caso una casa del siglo XVII situada en el pueblo de Santanyí, cerca de la costa sureste de la isla . Según la Guía Michelin, el resultado es un lujoso refugio rural suspendido en el tiempo, ni demasiado moderno, ni excesivamente apegado a la tradición. Sorprende asimismo la atención al detalle que se percibe en todo el hotel y la calidad de sus elementos de artesanía. Aun así, los equipamientos de las estancias son de última generación, en especial los baños, dignos de cualquier hotel de gama alta. Entre los puntos fuertes del hotel destacan el spa y el gimnasio, ambos sorprendentemente bien equipados, la amplia piscina al aire libre y el elegante restaurante acondicionado en la antigua bodega de la casa,
Hotel Es Racó d’Artà. Una Llave.
Según la Guía Michelin, creado por el arquitecto Toni Esteva, más un hotel es un retiro para el bienestar, con un spa, clases de yoga y meditación y una ubicación junto al Parc Natural de Llevant que permite acceder fácilmente a una variante mallorquina del concepto japonés de «baño de bosque». Las habitaciones y suites del edificio principal son sorprendentemente grandes y todas son diferentes. Además, están tan bien equipadas como las que puedes encontrar en cualquier complejo de lujo. Las casitas ofrecen pequeñas piscinas privadas y amplias terrazas exteriores, mientras que las dos casas son residencias independientes y autosuficientes con piscinas. Están situadas a medio kilómetro del hotel para ofrecer la máxima privacidad. Un restaurante sirve tres comidas sostenibles y saludables al día, elaboradas con alimentos procedentes de los huertos, los frutales y los olivos ecológicos de la finca y de sus viñedos. Todo lo que no puede cultivarse en el lugar se adquiere a proveedores locales de «kilómetro cero». El spa es muy grande e incluye una piscina cubierta y un baño turco. Además, podrás disfrutar de un «Watsu», una forma acuática de masaje Shiatsu, y de muchos más servicios.
Hotel Sa Creu Nova, en Campos. Una Llave.
Aunque se construyó partiendo de una estructura histórica, Sa Creu Nova brinda la experiencia completa de un hotel boutique moderno. Rústico en su exterior y opulento en su interior. Las paredes de piedra rústica ambientan las habitaciones de líneas precisas, y la simplicidad de los espacios dirigen los ojos hacia las obras de arte: hay una impresionante colección contemporánea distribuida a través de las habitaciones y los espacios comunes del hotel. Desde luego, no sería un hotel boutique español de primera sin que se le diera énfasis especial a la gastronomía. Tess de Mar amplía la tradicional cocina de Mallorca mientras que Kairiku acoge el concepto omakase japonés y lo adapta a los ingredientes del Mediterráneo. En definitiva, es una escapada increíblemente refinada y totalmente sosegada, solo para adultos, se puede leer en la Guía Michelin.
Cap Vermell Gran Hotel, en Canyamel. Una Llave.
Sus estancias destacan en todos los sentidos, destaca la Guía Michelin. Los cuartos de baño, por ejemplo, amplios y luminosos, están revestidos con mármol de Carrara y cuentan con artículos Bottega Veneta, grandes bañeras y espejos con televisor integrado, mientras que las habitaciones disponen de máquinas Nespresso y sistemas de sonido Bose. A este nivel, no hace falta preguntar si hay piscina –hay dos– o un gran gimnasio con spa. El Cap Vermell tiene todo eso y mucho más. Y entre sus restaurantes, la guía destaca Voro, el más exclusivo de Mallorca, con dos estrellas Michelin y el chef Álvaro Salazar.
Predi Son Jaumell, en Capdepera. Una Llave.
Una finca agrícola del siglo XVI en Capdepera reconvertida en un precioso hotel boutique de lujo con 24 suites. Entre sus puntos fuertes, según la Guía Michelín, hay que citar la tranquilidad que lo envuelve, la fusión de tradición y modernidad de su estética y el modo en que sabe sacar partido del contraste entre la casa centenaria y la luminosidad del diseño interior contemporáneo.
Hotel Castell de Son Claret, en es Capdellà. Una Llave.
Se trata de una fortificación del siglo XIX situada en una finca de más de 300 hectáreas de jardines y vegetación que, tras la reforma de 2023, acoge un lujoso hotel boutique de 43 estancias decorado en un sutil y elegante estilo contemporáneo. Las habitaciones y suites se reparten entre la casa principal y varios anexos, ofreciendo más o menos tamaño según nos alojemos, por ejemplo, en la Courtyard individual, en una de las dos suites con piscina privada o en la Castell Suite, con dos dormitorios y capacidad para cuatro personas. Los detalles pueden cambiar de una a otra, pero todas, invariablemente, ofrecen una experiencia de alta gama. También hay que decir que el Castell Son Claret no está dirigido exclusivamente a los adultos, pero tampoco está enfocado a los más pequeños: el resultado es un hotel adecuado para las familias, pero con una tranquilidad difícil de igualar en un alojamiento dirigido a todas las edades.
Hotel Can Bordoy, en Palma. Una Llave.
Su estilo visual mezcla antigüedades clásicas y elementos de diseño ultramodernos, subraya la Guía Michelín, y sus comodidades son de alta tecnología y totalmente actuales. Además, el restaurante Botànic, elegante pero sustancioso, ofrece platos elaborados principalmente con productos ecológicos en consonancia con los gustos saludables actuales. Pero lo que hace que Can Bordoy sea tan especial es que ofrece una sensación de aislamiento y convivencia al mismo tiempo. El personal es agradable y altamente profesional, y el ambiente es elegante sin llegar a ser abrumador. Hay un jardín interior con piscina climatizada, un bar de cócteles con terraza e incluso un salón en la azotea que te darán la sensación de estar en el lugar más excepcional de la isla.
Hotel Es Príncep, en Palma. Una Llave.
Este elegante hotel boutique de alta gama situado por encima de las antiguas murallas de Palma. Sus grandes ventanales asomados al Mediterráneo bañan de luz natural sus espaciosos interiores. De hecho, gracias a su acertado diseño, el mar es visible desde todas y cada una de las habitaciones. Estas últimas están equipadas con elegantes muebles de madera oscura, camas king size, máquinas Nespresso y cuartos de baño revestidos de piedra y dotados de suelos radiantes y duchas a ras de suelo. El conjunto se completa con un magnífico bar de cócteles, un spa subterráneo con piscina y baño turco y dos restaurantes, entre ellos el Zaranda, galardonado con una estrella Michelin. Con todo, la joya de la corona es la azotea, con piscina y un animadísimo bar. Conviene llegar pronto para conseguir las mejores tumbonas al atardecer, ya que el lugar es muy popular entre los residentes.
Sant Francesc Hotel Singular, en Palma. Una Llave.
La Guía Michelin explica que el establecimiento hotelero es fruto de la concienzuda restauración de una casa señorial del siglo XIX y, hoy por hoy, es un hotel capaz de medirse con los nombres más conocidos de la hostelería de alta gama. En sus habitaciones y suites, detalles arquitectónicos bien conservados conviven con un estilo interior minimalista y prácticamente monocromo. Las mejores estancias suelen disponer de un balcón o terraza con vistas al patio o a la basílica de San Francisco y en todas ellas encontramos muebles de diseño contemporáneo y todas las comodidades que se pueden esperar de un hotel de lujo actual. Contiguo a la sala de fitness, acondicionada en la antigua cisterna del palacio, el huésped dispone de un pequeño y coqueto spa con productos Anne Semonin. El restaurante Quadrat, por su parte, ocupa desde las antiguas caballerizas hasta el precioso patio ajardinado. Con todo, el espacio más singular del hotel quizá sea la azotea, con una tentadora piscina acompañada del obligado bar (muy agradable) y vistas a la vieja iglesia como telón de fondo.
Boutique Hotel Posada Terra Santa, en Palma. Una Llave.
Ocupa una antigua casa señorial con casi cinco siglos de historia que sus nuevos propietarios han sabido transformar en un hotel boutique de 26 habitaciones tan elegante como contemporáneo.Todas sus habitaciones, incluidas las de categoría estándar, disponen de camas king size, máquinas Nespresso y duchas con sistema Raindance. Subiendo de categoría, el huésped tiene la ocasión de apreciar más de cerca los vestigios góticos del edificio sin renunciar al relajante diseño interior contemporáneo que lo caracteriza. El antiguo depósito de grano ha sido convertido en un pequeño spa con piscina, sauna y cabina de tratamientos. Hay asimismo una piscina en la azotea, ideal para disfrutar del sol o tomar un cóctel al atardecer. El conjunto se completa con el Salón Inglés, una biblioteca con amplios sillones y fotografías antiguas de Palma y, cómo no, la Despensa del Barón, su ya famoso restaurante acondicionado bajo arcos ojivales del siglo XIV y con una propuesta que combina sabores españoles, sudamericanos y asiáticos.
Castillo Hotel Son Vida, en Palma. Una Llave.
Lujo y clasicismo conviven en este histórico palacio señorial, ubicado entre frondosos pinares y con espléndidas vistas tanto a la ciudad como a la bahía o las montañas. Dentro de su oferta gastronómica destaca el restaurante Es Ví, refinado y con una cocina basada en sus menús degustación. Es el hotel de lujo por excelencia de Mallorca.
Hotel Es Llorenç Parc de la Mar, en Palma. Una Llave.
El diseñador Magnus Ehrland incorpora un mobiliario modernista y líneas geométricas, pero no con el minimalismo que se esperaría de la generación anterior: este hotel es cálido, ecléctico y muy interesante a nivel visual, opina La Guía Michelin. También está repleto de comodidades tangibles. El Llorenç es tan lujoso como elegante, con detalles muy pensados, como máquinas de Nespresso, controles de las habitaciones de alta tecnología y maravillosos baños que parecen spas. Los pequeños balcones o terrazas ofrecen un contacto directo con el aire del Mediterráneo y las suites tienen una altura increíble. La piscina infinita situada en la azotea es impresionante y ofrece vistas a la ciudad y al mar. Además, hay una segunda piscina interior en el spa, igual de bonita, que imita a los baños árabes. El Llorenç cuenta con dos restaurantes: el exquisito Dins Santi Taura, llamado así por su reconocido chef y galardonado con una estrella Michelin, y el más informal Urbà.
Hotel Nobis, en Palma. Una Llave.
Se trata de un hotel boutique acondicionado en un palacio musulmán del siglo XII, explica la Guía Michelin, y envuelto en una atmósfera muy refrescante. Las paredes de piedra y los suelos de madera de sus 37 habitaciones y suites, discretas dentro de la sofisticación, sirven de base a un sencillo diseño de inspiración danesa. Fuera de ellas, todo en esta joya mallorquina invita a la relajación: su spa, su terraza y, cómo no, el más espectacular de sus restaurantes, el Nobis Rooftop, perfecto para admirar la puesta de sol.
Hotel Son Brull Hotel & Spa, en Pollença. Una Llave.
Según la Guía Michelin, sus 40 hectáreas de terreno ciertamente ayudan a desconectar. Los huertos de olivos, almendros, limoneros, naranjos e higueras se transforman gradualmente en jardines bellamente cuidados mientras se acercan a Son Brull, un encantador edificio de piedra y mortero adornado con enredaderas florales. Dentro, el diseño presenta líneas limpias y aireadas. Las 23 habitaciones comparten una decoración amplia e individualizada: una meditación sobre las virtudes del silencio y la sencillez. Las camas son amplias, las pantallas y los sistemas de sonido se mantienen discretos hasta que los necesitas y las ventanas sugieren una constante y ligera brisa desde la bahía. Si deseas mejorar la experiencia, podrás pasar un par de horas en la terraza deleitándote bajo la gentil luz del sol.
Hotel L’Avenida, en Sóller. Una Llave.
L'Avenida, un hotel acondicionado en una casona centenaria de aires señoriales. Y si la fachada destaca por su elegancia, el interior es aún más impresionante, con detalles arquitectónicos de época y una ecléctica variedad de muebles y elementos decorativos que encuentran su unidad estilística gracias al buen hacer de un hábil diseñador contemporáneo. La casa cuenta con tan sólo 12 habitaciones y suites, lo cual acentúa –para mayor felicidad del huésped– esa sensación de alojarse en una residencia privada. Aun así, hay que reconocer que las estancias son realmente elegantes y muy, muy lujosas, gozando en su mayoría de espectaculares vistas. El hotel propone asimismo tratamientos de spa (en las habitaciones), una bonita piscina, un bar y un restaurante al aire libre (sólo almuerzos en temporada). Para la cena no dudes en pedir consejo a los anfitriones. Comprobarás así que el servicio es uno de los puntos fuerte.
Hotel Finca Serena Mallorca, en Montuïri. Una Llave
Según, la Guía Michelín, las habitaciones combinan arquitectura tradicional con diseño contemporáneo, techos envigados, entradas arqueadas, y paredes encaladas que proveen un sencillo trasfondo para una mezcla de muebles modernos y antiguos, más una paleta de color que incluye reconfortantes grises y madera natural. Las habitaciones que dan al jardín son espaciosas y lo suficientemente cómodas, las suites gozan de amplias vistas y la casa independiente Villa Serena es una residencia vacacional completa con unos 110 metros cuadrados de extensión. El spa cuenta con una piscina interior y un gimnasio con clases diarias de yoga, pilates y Tai Chi, y el restaurante brilla por su propio mérito, con productos agrícolas cultivados en la propiedad, ingredientes locales, y la opción de cenar en el elegante restaurante Jacaranda o al aire libre en la terraza junto a la piscina.
