Los visitantes y vecinos que la mañana de este viernes se han acercado a pasear hasta Portopetro se han encontrado con una sorpresa que no esperaban al acercarse a la orilla para tocar o simplemente ver las aguas cristalinas de esta zona de Mallorca.

Cientos de pequeñas medusas azules han tomado la costa y han cubierto de un manto gelatinoso azul la orilla. Se trata de un tipo de hidrozoos, también conocidos en la isla como balandró o barquetes de Sant Pere, que difieren en el color de las típicas medusas, caracterizadas por un tono más violáceo. Algunos vecinos han llegado a pensar que podría tratarse de un vertido de plásticos, pero es un fenómeno que se ha repetido en otras ocasiones en la zona y en las costas españolas del Levante e incluso en Galicia. Este tipo de medusas se desplazan a la deriva por el Mediterráneo en extensas colonias flotantes y las corrientes las llevan hasta al costa.

Inofensiva para los humanos

En concreto, esta especie que ha aparecido este viernes en la costa sudeste de Mallorca es conocida como Velella velella. Es una medusa de pequeñas dimensiones, muy llamativa por su peculiar color azul. No es poco común encontrarlas varadas en cantidades importantes en las playas al ser arrastradas por las corrientes de viento.

Los expertos señalan que el aumento de la temperatura del agua, un fenómeno cada vez más común en el Mediterráneo, puede influir en su aparición.

Por otra parte, recordar que es una especie inofensiva para los humanos, aunque sí pueden llegar a irritar la piel si se entra en contacto directo con ellas. Por ello, es recomendable evitar tocarse el rostro o los ojos luego de haber entrado en contacto con un velero y recordar que puede provocar escozor en las zonas de la piel expuesta a los nematocitos de este animal.

Medusas azules en Portopetro. L.J.

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No es la primera vez que los bañistas, vecinos y turistas se quedan sorprendidos por la presencia de una marea azul en las playas de Mallorca. Estas medusas son muy importantes para el ecosistema marino. Incluso antiguamente los agricultores las recogían de las playas para utilizarlas como abono en el campo.

Es habitual que las grandes colonias de este tipo de cuerpos gelatinosos lleguen con las convulsiones de los cambios de estación, en los equinoccios. Se trata de una especie frecuente en el Mediterráneo, especialmente hacia finales de invierno y durante la primavera, momento en que forma grandes enjambres que pueden alcanzar la costa gracias al empuje del viento.

Medusas azules en Portopetro. L.J.

Parecido con la carabela portuguesa

Según el programa Tiempo al tiempo de Cuatro, estas medusas se encuentran en aumento en las costas catalanas, de la Comunidad Valenciana y de Cádiz (sobre todo en la zona de Tarifa). Unos invertebrados que se quedan varados en la arena y cuyo nombre real es medusa-velero. Estas medusas azules miden entre ocho y diez centímetros y su esperanza de vida es anual.

Su parecido con la carabela portuguesa, que también tiene forma de vela, tiene mucho que ver con el hecho de que su presencia genere inquietud. Sin embargo, la Velella velella es mucho más pequeña y la campana que se eleva sobre la superficie no tiene la capacidad de hincharse, como sí ocurre con la carabela portuguesa, cuyos tentáculos pueden medir hasta 50 metros.

Normalmente los veleros son de color azul intenso, pero su rasgo más distintivo es una pequeña vela que atrapa el viento y la impulsa sobre la superficie del mar.

Como otros cnidarios, el velero es un animal carnívoro. Atrapa a su presa, generalmente plancton, mediante sus tentáculos colgantes y cargados de nematocitos.

Carabela portuguesa, una de las medusas más peligrosas de nuestras playas Imagen de Manja Wiepcke en Pixabay