“Siempre pagábamos las consumiciones en el Table Dance”. Uno de los policías locales de Palma que hoy ha declarado como testigo en la séptima sesión del juicio en la Audiencia Provincial ha sido muy claro. El agente ha recordado que a partir de 2005 salía a cenar y luego de copas con los compañeros y con un inspector acusado por la zona de Playa de Palma. “Salíamos una vez al mes o dos”, ha apuntado. “Alguna vez íbamos al Table Dance. Siempre pagábamos las consumiciones”, ha destacado, al tiempo que ha explicado el sistema que había en el local para pagar con una tarjeta donde te apuntaban las consumiciones. “No se pagaba en la barra”, ha añadido.

El testigo también ha manifestado que no observó “nada raro” con el inspector encausado ni percibió ningún trato de favor entre él y el personal del American Table Dance. Nueve policías de Palma se sientan en el banquillo de los acusados desde la semana pasada, junto al empresario Miguel Pascual Bibiloni y un antiguo funcionario del área de Urbanismo de Cort, por presuntamente haber favorecido a los establecimientos de Pascual a cambio de servicios sexuales y consumiciones gratuitas entre los años 2007 y 2015. Los agentes se enfrentan a sendas peticiones de condena de la fiscalía de cuatro años y medio de prisión por un delito de cohecho pasivo continuado. Mientras, las defensas reclaman la libre absolución.

Mala relación entre los grupos del GAP

En la sesión de hoy han declarado ocho testigos. La mayoría ha coincidido al indicar que no observó ningún trato de favor entre los policías locales acusados y los negocios de Miguel Pascual. También han corroborado la mala relación que existía e incluso el enfrentamiento entre determinados miembros del grupo GAP 2 con otros del GAP 4 de la Policía Local de Palma.

Un comisario ha explicado que en 1995 ya se hacían puntos fijos o plantones en lugares de gran afluencia de personas. “Estos puntos fijos se hacen en toda España y en todo el mundo. Están contemplados en nuestras instrucciones de servicio. El resto de la ciudad está cubierto. No quedan servicios sin cubrir. Se atienden las llamadas del 092 porque hay otras unidades disponibles”, ha detallado.

Le sonreían las turistas bebidas

Otros dos agentes han declarado que hacían plantones en distintos lugares: en la calle del Jamón, la calle de la Cerveza, en primera línea o en la frontera entre Palma y Llucmajor. “Nos poníamos en varios lugares en la calle del Jamón. Uno de los oficiales tenía predilección por hacer plantones en el Bierkönig porque salían las turistas bebidas y le sonreían. Y a él le gustaba estar ahí”, ha indicado uno de los testigos, en referencia a un oficial del GAP que no está encausado.

Otro testigo, el antiguo responsable del local Bamboleo, ubicado frente al Bierkönig, en s’Arenal, ha negado haber observado algún trato de favor a determinados negocios de la zona. El empresario ha remarcado que la Policía Local y la Patrulla Verde acudían con frecuencia y se ponían frente al Bierkönig por la tarde y por la noche en las horas de “más jaleo”. También circulaban con los vehículos policiales. “No perjudicaban a mi negocio, jamás, a mí personalmente no”, ha sentenciado el hombre.

Un agente ha subrayado que en aquellos años, estos negocios como el Bierkönig podían efectuar el control de acceso con sus propios trabajadores, es decir, con camareros. Según su versión, no era necesario tener contratado a personal de seguridad privada hasta finales de 2014, cuando entró en vigor un nuevo reglamento respecto a esta materia. De todas formas, el testigo ha recalcado que el tema de la seguridad privada es competencia de la Policía Nacional.

Consecuencias internas

Por último, otro testigo del grupo de Asuntos Internos ha manifestado que investigó dos casos de presuntas irregularidades. Uno de ellos se comprobó que no era cierto, pero el otro derivó en unas diligencias judiciales de las que ya no supo nada más. Según su versión, este último caso le acarreó consecuencias internas por parte de la entonces regidora Angélica Pastor, quien no le quiso firmar una comisión de servicios y le envió a una campaña de tráfico en Navidad.

El juicio continúa mañana en la sección primera con la prueba documental y las conclusiones. El fiscal anticorrupción Juan Carrau podría modificar sus conclusiones a raíz de la prueba practicada a lo largo de la vista oral.