«Es una circunstancia sobrevenida por parte de la Autoritat Portuària en la que el Ayuntamiento ni corta ni pincha», y que se remonta a muchos años, se arranca Antonio Deudero, teniente de alcalde de Movilidad. Coincide con las patronales afectadas por las restricciones al aparcamiento en el camino de la Escollera al transporte discrecional de los turistas de los hoteles en señalar que la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) «de una semana para otra» había decidido limitar el estacionamiento de los autobuses. Aunque finalmente este viernes fue «receptiva» al aplazar las restricciones. 

Se abre ahora un escenario en el que técnicos del consistorio, de la APB y del Consell de Mallorca, contando también con la intervención del Govern, van a analizar las soluciones. La semana que viene se reunirán también con la patronal de agencias, Aviba, y la Federación Empresarial Balear del Transporte.

De momento se contará con la medida «provisional» de la parada de la EMT perpendicular al edificio de Capitanía Marítima para los autocares turísticos, donde caben dos o tres autobuses. Esta solución no convence a transportistas y agencias de viajes. Como señala Deudero, caben dos o tres autobuses. «Ha de venir acompañada de alternativas» porque llegan a juntarse numerosos vehículos. Baraja otros puntos de aparcamiento en Eusebio Estada, por la estación Intermodal, o la zona del Portixol. «La única Administración que no tiene territorio y quiere que esto se resuelva es el Ayuntamiento», se defiende Deudero. El edil agrega que su «predisposición es total. Se trata de un problema de la ciudad de Palma, pero no es exclusivo del Ayuntamiento».