La empresa láctica mallorquina AGAMA prevé reducir el número de ganaderos a los que compra leche cruda si no reciben ayudas para paliar las pérdidas que registran anualmente. De los ocho millones de litros que adquieren a los productores de leche locales, únicamente consiguen dar salida a unos cuatro millones, por lo que se ven obligados a vender el remanente a empresas de la península a un precio más bajo, lo que provoca pérdidas en el sector.

Así lo han expresado Josep Barbena, director general de AGAMA, y José Joaquín Vila, director de la Unidad de Negocio Láctico de AGAMA, durante una sesión informativa realizada en las reformadas instalaciones de AGAMA.

Según han explicado sus directivos, en 2021, debido a la crisis económica y la inflación, se vieron obligados a incrementar el precio de sus productos y a aplicar la subida del precio base de la leche, sin incluir el incremento de los costes de la empresa, ya que si no se "desmarcarían del mercado con un precio tan elevado". Este factor comenzó a generar un patrón en los consumidores, que empezaron a acudir en masa a las marcas blancas. Sin ir más lejos, en Mallorca de cada 100 bricks de leche vendidos, 95 son de marca blanca y únicamente cuatro son vendidos por la empresa mallorquina. "El consumidor ya no compra productos con valor añadido, como el nuestro que es kilómetro 0, sino que acuden a lo más barato, las marcas blancas", ha comentado Barbena. Además, han apuntado que la producción de leche en la isla es un 20% más cara que en la península, ya que deben importarse la mayoría de recursos utilizados durante sus procesos.

Pese a estos datos, han especificado que desde la adquisición de la entidad mallorquina por parte del Grupo Damm en 2017 hasta el año pasado, han incrementado hasta el 4,3% su cuota de mercado con la leche y han alcanzado un 37% de cuota con el Laccao.

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La reformada planta de la empresa mallorquina AGAMA

Además, han ofrecido datos internos de la empresa perteneciente al grupo catalán, en relación con el precio de la leche. AGAMA está pagando a los ganaderos unos 56 céntimos por litro de leche cruda, es decir, unos 3 o 4 céntimos más que la media. En comparación a otras islas como Menorca, la diferencia aumenta a casi 15 céntimos por litro. Sin embargo, el contrato de AGAMA con las seis ganaderías de las que se provee termina el próximo 30 de septiembre, y está prevista un reunión entre ambas partes para decidir su futuro. Según la empresa láctica, para poder mantener su actividad y reducir las pérdidas debería, además de recibir ayudas por parte del Govern y los 42 millones previstos en los Fondos NextGeneration europeos, deberían reducir a unos cuatro sus proveedores de leche cruda. Según sus previsiones, el objetivo es reducir un 40% la compra de producto en unos nueve meses. Esto supondría el desamparo de dos de las seis ganaderías, que se quedarían sin su comprador principal.

Sin embargo, AGAMA ha asegurado que ya se ha puesto en contacto con otro posible comprador, el cual ofrecerá el mismo precio que hasta ahora les estaban pagando. Han reafirmado su compromiso con los productores locales y su intención de no desprotegerles, destacando su implicación en estos negocios a través de ayudas para veterinarios, auditorías y certificaciones de granjas de bienestar animal entre otros.

Este verano ya se requirió a los ganaderos que redujesen un 10% su producción debido a la gran cantidad de producto restante al que no lograban dar salida. Aun así, de dicho remanente producen nata y también mantequilla, la cual exportan hacia la península.

Reforma de su planta principal

Tras la adquisición de AGAMA por parte del grupo catalán Damm, se invirtieron siete millones de euros para reformar completamente su planta de producción ubicada en Palma. Recogen una media de 250.000 litros de leche semanalmente, pese a que en verano se reduce la cantidad, gracias a la instalación de nuevos depósitos de gran capacidad. La reforma ha automatizado toda la planta, tanto el proceso de procesado del producto como su envasado y su colocación en los palés, que se realiza con un brazo mecánico automatizado.

Además, cuentan con varias naves vacías en las que, dependiendo de las ayudas, podría llegar a implementarse una cadena de fabricación de yogurt. También planean implementar una línea de vidrio, para poder distribuir sus productos en recipientes reutilizables que la propia empresa recogería, limpiaría y rellenaría.

Inversión de 42 millones

El Grupo Damm tiene prevista una fuerte inyección económica una vez ingrese el montante correspondiente de los Fondos NextGeneration europeos, a través de los cuales tiene planeado llevar a cabo tres proyectos industriales. Según lo previsto, todo el proceso duraría unos 36 meses y costaría unos 42 millones, que se invertirían en tres grandes obras. En primer lugar, la creación de una microcervecería de Rosa Blanca cerca de su planta actual, en la que incluirían su segundo proyecto, un centro de Distribución Directa Integral. Por último, también estaría prevista la creación de una nueva planta de producción de AGAMA.