El conseller de Turismo, Cultura y Deportes, Jaume Bauzà, compareció ayer ante la Comisión de Turismo del Parlament y anunció que el decreto ley contra el turismo de excesos, al que califica de «fracaso» tal y como lo formuló el anterior Govern, pasará a denominarse de «turismo responsable» para evitar una terminología negativa para la actividad. Por lo demás, poco avanzó el ‘popular’ sobre cuáles van a ser las claves de la futura ley o el levantamiento de la moratoria.

Bauzà también criticó cómo han ido las convocatorias de fondos europeos, a las que tildó de «poco eficaces». El Govern pedirá a Madrid retrasar su ejecución, prevista para diciembre de 2024 hasta 2026. Hay que recordar que el Ejecutivo Armengol puso en marcha una la línea de ayudas para implantar las camas elevables en los hoteles por 15 millones, y quedó un remanente de 9 millones. La situación se replica con las subvenciones para sustituir las calderas de fueloil de los establecimientos, queda 7,5 millones pendientes de ejecutar.

En una comparecencia que, como era de esperar, no convenció a los diputados de la oposición, se refirió a que los fondos recaudados por el impuesto de turismo sostenible (ITS) volverán a dedicarse a planes medioambientales, haciendo hincapié en lo relacionado con el ciclo del agua y en inversiones en las zonas turísticas maduras. De los proyectos que se aprobaron en la anterior legislatura, solo doce van a salir adelante y el resto, otros quince, se revisarán en la comisión del ITS. Bauzà no detalló cuáles serán los que se salvan.

«No hay nada nuevo», le recriminó al conseller el portavoz del Grupo Parlamentario Més per Mallorca, Lluís Apesteguia, quien, como la socialista Pilar Costa, aseguró que el ITS ya era finalista.

Sin ahondar más en por dónde irá la reforma del decreto de excesos —a parte de perseguir también a los que lo infrinjan, y no solo a las empresas—, Bauzà indicó que la próxima ley turística se va a caracterizar por ser lo más «consensuada» posible, reducir la «carga burocrática» y conservar lo que funcionado, en coordinación con los consells insulares y los agentes sociales, con los que también se garantizará evitar la oferta turística ilegal. Defendió la unión de las tres carteras que forman su departamento, Turismo, Cultura y Deportes, y volvió a criticar que en los ocho años del Pacto de Progreso las plazas turísticas han crecido casi un 25 %, con 115.000 más, y a ese incremento vinculó que «en determinados momentos» haya saturación.

«El crecimiento desenfrenado» no va regir la política turística del Govern, asegura el conseller.

Sobre la falta de personal en el sector turístico, Turismo aboga porque se amplíe la oferta de FP y fortalecer Hostelería junto con la UIB.

Bauzá reiteró que no so partidarios de atraer más cruceros en temporada alta pero sí abre la puerta a que se replantee el límite vigente en la baja.

Por lo demás, el conseller dice «no tener inconveniente» en que se mantengan las mejoras laborales para las camareras de piso o potenciar los productos de kilómetro cero.