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Innovación en Mallorca: Lucca, la inteligencia artificial que entiende y ayuda a las personas con dificultades para hablar

Una ‘start up’ de sello mallorquín lanza un asistente virtual al estilo de Alexa entrenado de una forma personalizada para entender y dar apoyo a personas con dificultades para expresarse hablando

Así es el Lucca, la inteligencia artificial al servicio de la accesibilidad desarrollada en Esment Mallorca

Así es el Lucca, la inteligencia artificial al servicio de la accesibilidad desarrollada en Esment Mallorca Bernardo Arzayus

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Así es el Lucca, la inteligencia artificial al servicio de la accesibilidad desarrollada en Esment Mallorca Mar Ferragut Rámiz

La idea original de Lucca nació en una habitación de la residencia de la Fundació Esment. Pedro, uno de los usuarios que vive allí, agarró del brazo al informático que le estaba revisando un mecanismo de la cama, y le dijo algo, pero Víctor no lo entendió. Pedro tiene discapacidad y se comunica como puede, le cuesta formar palabras y frases, y le pedía algo al informático, a Víctor, pero éste no lograba descifrar la petición. En esas andaban, en la frustración que genera el no poder comunicarse, hasta que la señora de la limpieza intervino: “Te está pidiendo que le ajustes la tablet” (le faltó añadir «pero sí está clarísimo»). 

¿Qué ha pasado aquí?, se planteó Víctor Barrientos, responsable de Tecnología y Familia en Esment. 

Pedro, usuario de la residencia Esment ESMENT

A los que son padres, la escena les resultará familiar. Cuando están aprendiendo a hablar, los niños tienen su idioma particular, que solo sus figuras más cercanas entienden, ¿por qué? Porque su cerebro está entrenado para ello. Es a base de escuchar mucho y de ensayo y error es como los padres (y las educadoras de Infantil) consiguen entender el idioma propio de los niños. 

Entonces, siguió preguntándose Víctor, ¿no podríamos entrenar a una inteligencia artificial (IA) para que entienda qué quiere decir Pedro, para que aprenda e interprete su manera de expresarse, para poder recibir sus instrucciones y ayudarle en su día a día? Claro que podríamos, concluyó el ingeniero informático, que a los dos días ya estaba trabajando en el proyecto, junto a Ismael Osuna y Miguel Romero, los cofundadores de la homónima start up creada para la ocasión.

Así nació la idea de Lucca, un asistente virtual doméstico diseñado para entender a todo el mundo, se exprese como se exprese (sí, incluso aunque la persona no pueda hablar nada de nada, puede haber otras formas de expresarse si al otro lado hay alguien capaz de entenderlo). Puede resultar muy útil para personas con parálisis cerebral, ELA, TEA o daño cerebral, por ejemplo.

Ejemplos de instrucciones que se le pueden dar a Lucca Lucca

Entrenamiento personalizado

Lucca es un asistente como Alexa, Siri o Google Home, pero su gran valor es que Lucca se prepara y entrena (de forma personalizada con cada usuario) para entender a las personas que tienen problemas para hablar, por tener discapacidad físico y/o cognitiva o por una cuestión de edad, y ayudarles en sus acciones cotidianas. 

Encender la luz, recibir un recordatorio de la medicación, poder llamar a alguien en caso de necesitar ayuda, poner música … las posibilidades son infinitas y permiten que el usuario sea autónomo. Simplemente la IA ha de aprender el idioma particular de su usuario (y es un proceso bastante rápido, le pueden bastar ocho o diez ‘muestras’ para saber interpretar un sonido). 

Este asistente virtual domótico puede entender y recibir instrucciones de cuatro maneras diferentes. Se puede entrenar para las personas que como Pedro tienen dificultades para hablar y articular palabras y frases; también puede utilizarse de manera táctil con pictogramas sencillos (un dibujo de un teléfono, de un ventilador, de una cama…) ; o incluso los usuarios pueden comunicarse con el asistente a través de parpadeos o guiños. Próximamente, Lucca también integrará la opción de recibir instrucciones a través de la lengua de signos. 

Víctor Barrientos, uno de los fundadores del proyecto Lucca, el asistente virtual para todos B.ARZAYUS

Cinco personas, incluyendo a Pedro, han participado en la fase piloto. Y la cosa ha ido muy bien, celebra Barrientos, que recuerda que la accesibilidad no es solo cuestión de sillas de ruedas y rampas y que la tecnología es la clave para garantizar ese derecho “a todo el mundo”, sean cuales sean sus necesidades. 

Además de a las personas con discapacidad, Lucca (que puede integrarse en la tablet, el ordenador, el reloj inteligente, el móvil, en la propia Alexa como una skill nueva y próximamente incluso en los coches) puede ser un gran aliado de las personas mayores, permitiéndoles así ser autónomos el máximo tiempo posible, y de sus cuidadores. 

Una vez que ya sabe el ‘idioma’ de su usuario particular, la IA no para de aprender: sigue entrenándose y evolucionando a partir de sus hábitos. “Así, si sabe que el usuario siempre se toma una pastilla a una hora determinada y un día detecta que no la toma, puede lanzar una pregunta para comprobar que todo está bien”, señala el informático de ejemplo. 

¿Un compañero de vida?

En los últimos años, ante el envejecimiento masivo de la población y el auge de los problemas derivados de la soledad no deseada, se habla mucho de que la tecnología sirva para acompañar y ayudar a las personas mayores. Se ha visto en la ficción, como en la película Un amigo para Frank (spoiler: el amigo es un robot) pero también en la realidad, como en el proyecto impulsado desde el ayuntamiento de Barcelona, que ha llevado robots a decenas de hogares de mayores que viven solos

 

¿Lucca puede ser también un compañero de piso, que dé conversación y escuche al usuario? De momento no.  

«Cuando las IA generativas [como Chat GPT] estén más maduras y sean éticamente más seguras sí podrían integrarse en Lucca para que pueda mantener conversaciones y generar vínculos con el usuario», apunta Víctor Barrientos, defensor de las posibilidades de la inteligencia artificial pero también de los riesgos asociados que puede suponer un mal uso. Subraya por eso una cuestión fundamental de su proyecto: «El respeto máximo a la privacidad». Ellos no almacenan ni difunden datos de sus usuarios, garantiza. 

Acabada ahora la fase de pilotaje, sus tres fundadores ya están en conversaciones con varias entidades del tercer sector (de Baleares y de fuera) para cerrar acuerdos y lograr una implantación masiva. De primeras, lo ofrecen gratis y si tras las pruebas las entidades comprueban que efectivamente el asistente ayuda a sus usuarios, podrán acogerse a un modelo de suscripción.

Víctor Barrientos manejando Lucca a través de una tablet B.ARZAYUS

Además de mucho interés entre las entidades, Lucca ya ha cosechado premios: el pasado mayo recibió el Premio a la Innovación Tecnológica de los Open Awards 2023, organizados por Open Expo Europe y en los que competían con proyectos de empresas como Amazon, Microsoft o Google. Asimismo, la start up ha sido seleccionada, entre una treintena de iniciativas, para participar en la convocatoria ApTenisa Launch, un programa  inmersivo para impulsar la creación de empresas de base científico-técnica impulsado por la Asociación de Parques Científicos y Tecnológicos de España (del que forma parte el Parc Bit). 

A todo el mundo le gustan los reconocimientos, pero para Víctor Barrientos lo más importante es que su trabajo, que la tecnología en general, sirva para ayudar. Puede sonar a lema vacío o ‘frase bienqueda’, pero basta hablar diez minutos con él para comprobar que en su caso esa vocación es tan entusiasta como humildemente sincera. 

Han pasado aproximadamente dos años desde que este ingeniero informático escuchó esa sabia frase de la mujer que limpia la habitación de Pedro: ‘Te está pidiendo que le ajustes la tablet’. El Lucca particular de Pedro ya ha aprendido cómo se expresa su compañero de habitación y él ya ha aprendido cómo comunicarse con su nuevo dispositivo y darle instrucciones. 

Y para Víctor, la cara de ilusión y satisfacción de Pedro al ver que el asistente le entiende y hace lo que le pide (como encender la luz de su habitación), compensa todas las horas de trabajo invertidas y vale más que todos los premios del mundo. 

Pedro ilusionado cuando vio que Lucca le había entendido y había encendido la luz Esment

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