Julio Cano será el nuevo fiscal superior de Baleares y pone fin a 21 años de mandatos ininterrumpidos de Bartomeu Barceló en el cargo. El Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, ha elegido a Cano tras la reunión del Consejo Fiscal celebrada hoy, según han explicado fuentes del ministerio público. Su designación debe ser ahora ratificada por el Consejo de Ministros, lo que según las fuentes consultadas es un mero trámite.

Julio Cano Antón es fiscal desde 2002 y presta sus servicios en la Fiscalía balear desde 2004. Ha formado parte del servicio especial de civil y familia. Entre 2008 y 2010, fue fiscal delegado de medio ambiente y urbanismo. En 2010 pasó a desempeñar sus funciones en el servicio especial antidroga, y fue nombrado fiscal delegado de esta Fiscalía Especial en 2014. Desde 2020 es Teniente Fiscal de la Fiscalía de Balears.

Cano renunció a este cargo pocos meses después de ser nombrado en julio de 2020 teniente fiscal de Balears, el número 2 del organismo, tras la jubilación del histórico Ladislao Roig. Fue el primer paso para tomar las riendas en la institución. El nuevo fiscal superior de Balears, miembro de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), tiene una amplia formación académica y es uno de los miembros más respetados del ministerio público en las islas.

Agotado el mandato de Barceló, Cano se postuló para sucederle. También lo hizo el fiscal de menores José Díaz Cappa. Era la primera vez que el máximo dirigente de la Fiscalía balear, que se presentó para la reelección, tenía rival. El Consejo Fiscal, un órgano consultivo y cuya decisión no es vinculante, se reunió ayer en Madrid. Tras la votación de sus miembros, cuyo resultado no ha trascendido, el fiscal general del Estado anunció que opta por Cano para liderar el ministerio público en las islas.

Renovar y modernizar

El nuevo fiscal superior, que ha presentado un plan de actuación al Consejo Fiscal, esbozó sus prioridades cuando fue nombrado teniente fiscal hace algo menos de dos años. En su intervención cuando asumió el cargo, apostó por mejorar el servicio a la ciudadanía y convertir la institución en un centro de debate jurídico donde se discutan los casos en los que interviene y las posiciones que deben adoptarse.

El nombramiento de Julio Cano, que se oficializará en breve tras el visto bueno del Consejo de Ministros, cierra la larga etapa de Barceló, que estaba a punto de cumplir 21 años en el cargo. En los últimos tiempos, se había topado con cierta contestación interna por algunas decisiones, como las maniobras que llevó a cabo ante la imputación de altos cargos de la Policía Nacional por un caso de presunta corrupción -archivado finalmente por el juez- o su postura por el espionaje a periodistas. 

Además de Cano y de Barceló, también había presentado su solicitud para el cargo el fiscal de Menores, José Díaz Cappa. Este último ha recibido más votos que sus oponentes en el Consejo Fiscal, si bien la decisión última sobre el puesto corresponde al fiscal general del Estado. Díaz pertenece a la Asociación de Fiscales, mayoritaria en la carrera y crítica con el adelanto del consejo que debía decidir los nombramientos.

En la reunión del Consejo, Díaz Cappa recibió el respaldo de cinco vocales: cuatro de la Asociación de Fiscales y el del vocal de la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales. Julio Cano, cuatro. Dos de los vocales natos y dos de la Asociación Progresista de Fiscales. Barceló rescibió el respaldo de dos vocales de la Asociación de Fiscales.