Esta tarde-noche empieza la negociación de verdad entre el PP y Vox para la investidura de Marga Prohens como presidenta de Baleares. Ambos partidos se encontrarán en secreto y en un lugar que está todavía por determinar para poder negociar con tranquilidad y sin la presencia de los medios de comunicación. En la reunión de hoy está previsto que el PP ya ponga sobre la mesa de Vox lo que está dispuesto a ceder a cambio de su abstención en segunda votación para que Prohens sea presidenta. De igual modo, la formación que encabeza Jorge Campos pondrá sus condiciones para acometer este paso.

Esta previsto que la reunión concluya tarde, ya que las partes se han marcado el objetivo de cerrar el acuerdo de investidura y constitución del Parlament de forma rápida. El PP no quiere que las reuniones se alarguen más allá de esta semana para poder preparar la sesión de constitución del Parlament, prevista para el día 20, así como su aterrizaje en el Consolat de Mar.

Ayer el portavoz y diputado del PP, Antoni Costa, admitía que la abstención de Vox "no saldría gratis". La reunión que mantuvieron ambas formaciones el pasado lunes solo fue una primera toma de contacto y en ningún momento se profundizó en las condiciones del acuerdo por parte de ninguno de los partidos. Fuentes cercanas a Vox han explicado que primero quieren escuchar lo que les ofrece el PP antes de exponer sus condiciones. Las mismas fuentes calificaron de "ciencia infusa" posibles trueques como la presidencia del Parlament o incluso áreas en otras instituciones como se ha especulado en los últimos días.

Lo que sí está casi asegurado es que Vox, como propuesta de inicio de la negociación de verdad, pondrá sobre la mesa la entrada en el Govern siguiendo el modelo de Castilla y León, tal y como ha reiterado en numerosas ocasiones su candidato y diputado Jorge Campos. El PP ya ha dejado claro que está posibilidad no entra en sus planes y solo negocia una abstención. Aquí entrará el juego de la negociación con alguna contraprestación por parte del PP en modo de políticas o bien cargos secundarios fuera del Govern. En Vox se aferran a las palabras de su líder nacional, Santiago Abascal, quién la pasada semana ya dejó claro que "nadie espere regalos".