La adquisición de viviendas por parte de extranjeros cayó en Baleares un 31% durante los tres primeros meses de este año en relación al último trimestre de 2022. Este acentuado descenso destaca por reflejar que las islas están circulando en contradirección respecto al resto de España, porque las adquisiciones protagonizadas por personas de otros países han crecido de media en el conjunto del país un 8%, con alzas tan notables como el 26% de Canarias o el 19% de la Comunidad Valenciana.
Estos datos corresponden a un informe elaborado por el analista inmobiliario Mark Stücklin y son utilizados por la Asociación Balear Inmobiliaria Nacional e Internacional (ABINI) para reflejar que el archipiélago está viviendo una situación excepcional, que el presidente de esta organización empresarial, Hans Lenz, y su homólogo en la asociación de promotores inmobiliarios de las islas, Luis Martín, achacan a los «hechos diferenciales» de una actuación política que ha dado la imagen de rechazo hacia el comprador extranjero, sin ocultar que a ello hay que sumar una escalada de precios que ya se reconoce como excesiva incluso para la demanda procedente de otros países.
El informe elaborado por Mark Stücklin con los datos facilitados por el Colegio de Registradores de la Propiedad de España cifra en 1.163 las viviendas adquiridas por extranjeros en el archipiélago durante el primer trimestre de este año, lo que supone un 29,2% de las compras, el porcentaje más elevado de España, colocando a Baleares como la sexta comunidad autónoma con mayor número de este tipo de transacciones.
Baleares y Andalucía a la baja
Pero esa cifra implica además una caída del 31% respecto a los tres últimos meses de 2022. Solo Andalucía presenta también una reducción, pero mucho más moderada, de un 9%. En el lado opuesto se señalan los casos de Canarias, con un crecimiento del 26%, y la Comunidad Valenciana, con un 19%, zonas en las que el peso de la demanda alemana es igualmente importante. También se pueden apuntar las alzas del 23% de Cataluña, o del 14% de Murcia, completando así el arco mediterráneo.
Disuadir de la inversión
Mark Stücklin afirma en su informe que «por alguna razón, parece que los compradores extranjeros se están alejando de Baleares, quizás porque el Govern ha introducido los impuestos sobre la venta de viviendas más altos de toda España, o porque ha hecho todo lo posible para que los compradores extranjeros no se sientan bienvenidos. Sea cual sea la razón, el Govern parece estar logrando su objetivo de disuadir a los compradores extranjeros, encabezados por los alemanes, de invertir en la región, con la esperanza de que eso haga que la vivienda sea más asequible para la población vulnerable, a pesar de que se encuentran en segmentos de mercado completamente diferentes».
Hans Lenz y Luis Martín respaldan totalmente esas afirmaciones, alegando que la apertura del debate sobre la limitación de adquisiciones por parte de extranjeros ha frenado las compras, ante la inseguridad que genera realizar una elevada inversión inmobiliaria sin saber si, en el caso de querer desprenderse de ella en el futuro, se va a tener que renunciar a las ofertas que realicen posibles compradores de otras nacionalidades. Y ello pese a que se insiste en que es un falso debate, por cuanto la legislación comunitaria no permite vetos de ese tipo.
En este aspecto, se pone de relieve que el presidente valenciano, Ximo Puig, pese a ser del mismo partido que su homóloga balear, Francina Armengol, ha tenido una política radicalmente opuesta, sin buscar límites a las compras de extranjeros, con el resultado de un aumento trimestral de las mismas del 19%.
Los presidentes de las dos patronales isleñas antes señaladas reconocen que hay otros aspectos característicos de Baleares que no aparecen en otras autonomías. Por ejemplo, Luis Martín subraya la escasez de suelo, lo que hace que cada vez sea menor el número de nuevas edificaciones residenciales que se ponen en marcha, con el consiguiente recorte en las ventas.
Pero hay un factor que ambos subrayan, y es la fuerte subida de precios que se ha registrado en el sector inmobiliario de las islas, que ha provocado que éstos dejen de ser asumibles incluso para una parte de la demanda procedente de otros países. «No todos los extranjeros que buscan casa en Baleares son millonarios», advierte Hans Lenz.
"Se nos ha ido la cabeza"
«En Baleares se nos ha ido la cabeza con los precios», reconoce el presidente de la asociación de promotores inmobiliarios de las islas, Luis Martín, una afirmación que es respaldada por su homólogo en la patronal de inmobiliarias internacionales y nacionales (ABINI), Hans Lenz, que añade que el valor que algunos propietarios asignan a sus residencias cuando las ponen a la venta resulta desproporcionado incluso para el mercado extranjero.
En este sentido, este último pone de relieve que el precio medio de la vivienda balear ha subido más de un 20% en dos años, según los datos del Colegio de Registradores de España, con un alza del 8,4% en 2021 y otra del 12,3% en 2022. En el caso de las residencias de nueva construcción, estos porcentajes han sido del 11% y del 15%.
«En igualdad de condiciones, sigue habiendo muchas personas interesadas en contar con una residencia en las islas, pero no están dispuestos a pagar cualquier precio», subraya Hans Lenz.
Por ello, vaticina que habrá propietarios que se van a ver obligados a rebajar sus pretensiones económicas para poder dar salida a sus inmuebles, especialmente ante la competencia por parte de otros territorios españoles.
