La Gerencia de Atención Primaria (GAP) de Mallorca celebró ayer la I Jornada-Fira de Salut Comunitària (FISCAP) en el Museu del Calçat de Inca para analizar en qué situación se encuentra el plan estratégico 2022-2026. La salud comunitaria no es más que implicar a los ciudadanos adscritos a cada centro de salud en las opciones de vida más saludables que pueden encontrar en sus propias barriadas.
En el encuentro de ayer participó el doctor consultor catalán Josep Lluís de Peray, asesor externo del Servei de Salut balear para elaborar el citado plan estratégico de salud comunitaria.
El doctor De Peray apuntó a que este nuevo modelo «pretende crear las condiciones para que Primaria considere el estado de salud de la población como un sujeto de atención».
El experto catalán lamentó que pese a que esta nueva forma de atención forma parte de la cartera de servicios de Sistema Nacional de Salud y, por tanto, de la sanidad pública de estas islas, «no se ha desarrollado de forma homogénea» en todo el archipiélago. Y el doctor De Peray lo achacó tanto a la estructura de los propios centros de salud como a la presión asistencial que provoca que los profesionales sanitarios den prioridad a la atención tradicional, a pasar consulta. «La comunidad también debería sentir como responsabilidad propia el hecho de velar por su salud», añadió el médico de cabecera.
Así, el doctor De Peray señaló que para atenuar el aluvión de pacientes con trastornos mentales la prescripción social podría ser más beneficiosa que la farmacéutica. Esto es, dirigir al paciente a las asociaciones de gente mayor de sus pueblos como mejor remedio que recetarle un fármaco y que se quede solo en su casa. «Será labor de los profesionales de los centros de salud localizar activos de salud a los que dirigir a su población», concluyó el experto. En las jornadas de ayer, a las que asistieron numerosos profesionales del primer nivel asistencial, se realizaron varios talleres prácticos.
