Una empresa de construcción acusa a un empresario de deber más de 100.000 euros por una reforma en uno de sus hoteles. Varios trabajadores de la constructora en cuestión, Salauta S.L., se han atrincherado en el establecimiento con pancartas y camisetas y aseguran que no abandonarán el hotel hasta que se resuelva el presunto impago.

El apoderado de la empresa de construcción, Vasil Gheorghe, explica a este diario que ha realizado una reforma en dos hoteles (Gamí y Sol y Mar), ambos del mismo empresario, M.D., por un valor aproximado de 810.000 euros. Sin embargo, asegura Gheorghe que todavía le quedan más de 100.000 euros por cobrar (correspondientes a la obra realizada en el hotel Sol y Mar) y acusa al empresario de impago. Una quincena de trabajadores de Salauta se manifestaron ayer frente al hotel, ubicado en Cala Bona, han dormido esta noche allí y hoy protestarán de nuevo.

Los trabajadores de Salauta se han atrincherado en el hotel.

Sin embargo, el empresario acusado, consultado por este diario, asegura que no le ha llegado ningún pagaré, reclamación, burofax ni ninguna factura pendiente, y que ha pagado las mensualidades religiosamente. De hecho, explica que la empresa constructora ha incumplido de forma flagrante el contrato que tenían al llevar cerca de un mes y medio de retraso.

Las obras tenían que concluir en abril, según lo acordado, y a primeros de junio, en plena temporada turística, todavía no han finalizado. Es por eso, explica la parte acusada, que los retrasos podrían suponer incluso una sanción económica que la constructora busca evitar. Lejos de querer aplicar sanciones, M.D. exige únicamente que abandonen cuanto antes el establecimiento y que no difamen sobre su negocio.

Ni la empresa de construcción ni el hotelero han llegado a un acuerdo y, por el momento, los trabajadores de Salauta están dispuestos a instalarse en el establecimiento en Cala Bona y organizar movilizaciones hasta que el asunto se resuelva.